La ley de la calle: El legado de Nebrija

Se acabó la verdad: Ni Maquiavelo en la mejor de sus fantasías hubiera imaginado que la política del siglo XXI fuera un ejercicio de demagogia y táctica.
La era del feminismo, animalismo, ecologismo y demás planteamientos ha llegado
La política y la sociedad viven de modas, y hay términos que hacen furor en un momento, caso del actual detector de plagios, pero que luego parecen desaparecer del mapa
El mundo líquido del siglo XXI programa formalmente que apuesta por la singularidad y la identidad
El día que se derribe el último kiosco estaremos huérfanos, no saldremos de casa
El final de cada año coincide con unos fenomenales atascos en cualquier ciudad agravados por las compras urgentes y por las obras no menos improvisadas que el ayuntamiento de turno programa para desesperación de los conductores
Llegan los periodos de parón propicios para la reflexión. Y a cualquiera que tiene una relación con el medio de transporte llamado automóvil y con los avatares del coche por ciudades y carreteras, le asaltan algunas dudas
A mi amigo José Luis, sevillano y morantista y profesional del taxi, siempre le digo que si todos sus compañeros dieran su exquisito y personal servicio no habría ni plataformas ni coches negros
Que conste que a mí, salvo en cuestiones futbolísticas, no me gusta la gente que construye su ideología frente al disidente. Es más fácil destruir que crear un planteamiento
Creo que Manuel Vicent escribió que en este país todo el mundo es Licenciado en Derecho, salvo prueba en contrario
Mucho buenísmo, mucha sociedad políticamente correcta, pero todo españolito que se precie en estos tiempos ha visto la serie “Narcos”
Será porque yo no soy nada pesimista, ni me gusta lamentarme del desastre español, que valoro algunas consecuencias positivas de la larga crisis en la que vivimos