Estaba presente en el mercado español desde el año 2013 y necesitaba una actualización que, por fin, ha llegado. Y el resultado no ha podido ser más satisfactorio. El nuevo Suzuki S-Cross recibe muchos cambios estéticos y modificaciones en el interior para enganchar a los conductores que desean tener una buena experiencia de movilidad sin renunciar ni al estilo propio ni la sostenibilidad.
El nuevo Suzuki S-Cross se enmarca dentro de la estrategia de la marca japonesa en España de crecer de modo sostenido en España, un objetivo en el que, después de asentar su posición en el mercado de clientes particulares, está colocando mimbres poco a poco en el marco corporativo.
En 2021, las entregas de la compañía en el competido mercado de renting y empresas se incrementaron un 25% hasta situarse cerca de mil unidades, y el S-Cross que nos ocupa en estas páginas participó con un 15% del total de esas ventas. Es importante reseñar que esas unidades matriculadas por Suzuki en el ámbito corporate se aproximan ya al 18% sobre el conjunto de sus entregas anuales, pero aún quedan lejos de la media del sector, situada entre un 20% y un 25%.
Por eso es destacable señalar el recorrido que le queda a la marca en este apartado, por ejemplo con fórmulas de suscripción tan gusto del público joven a través de opciones de renting.
El S-Cross, que ahí queríamos llegar, encaja muy bien en este tipo de opciones, de acuerdo con nuestro criterio. Es un SUV funcional, atractivo, con un precio contenido y con unas dimensiones compactas que permiten que sea una buena herramienta de trabajo profesional para clientes autónomos, por ejemplo.
Con ocho colores disponibles, el S-Cross ofrece un maletero más que suficiente con una capacidad de 430 litros, una cifra que se coloca por encima de su segmento, y en el interior alberga una pantalla de nueve pulgadas y el sistema Apple CarPlay, Android Auto, reconocimiento de voz y bluetooth en función de la versión escogida.
Hibridación ligera
Este SUV dispone de cuatro modos de conducción y se puede elegir tracción integral en los dos acabados superiores. En relación con los sistemas de propulsión, tiene un motor 1.4 al que se asocia un sistema de hibridación ligera de 48 voltios que le hace merecedor de la etiqueta ‘Eco’, otro de los puntos que le convierte en un perfecto aliado del autónomo, que tiene que desplazarse por la ciudad de modo constante.
También aporta un elevado nivel de seguridad, con elementos como la alerta de colisión, el control de velocidad adaptativo, sistema de alerta y cambio de carril, detección de ángulo muerto y cámara de 360 grados para facilitar las maniobras de aparcamiento.
Los elementos de seguridad se combinan en el S-Cross con tres niveles de acabados, denominados de un modo muy sencillo: S1, S2 y S3. Las llantas de aleación, los faros led, la pantalla multifunción de siete pulgadas, la cámara trasera y el control de velocidad adaptativo se pueden obtener de serie en todas las versiones, sin sobreprecio.
Cuando escalamos de opción, ya encontramos, en el S2, los sensores de aparcamiento, la detección de ángulo muerto y los retrovisores eléctricos, en tanto que S3 complementa el conjunto final con la tapicería de cuero, la pantalla de nueve pulgadas, la integración wi-fi para Apple CarPlay, el navegador y la cámara de 360 grados.
El Suzuki S-Cross 1.4 mild hybrid está presente en el mercado de renting español con propuestas que arrancan en unos 485 euros más impuestos, para un contrato de 15.000 kilómetros anuales durante 48 meses con todos los servicios incluidos.
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