El primer operador australiano en el negocio de viajes compartidos (carpooling o ride sharing) y uno de los principales de Reino Unido, Splend, ha cerrado un acuerdo de financiación con el fondo de inversión Macquarie Group y valorado en 173 millones de euros al cambio actual (300 millones de dólares australianos) para impulsar la expansión global de la compañía y acelerar la incorporación de vehículos eléctricos en sus mercados clave.
Así lo ha comunicado la empresa en una nota de prensa en la que ha significado que la inyección económica será soportada por Macquarie Specialised and Asset Finance.
Esta inversión permitirá a Splend duplicar su flota de vehículos de alquiler privado hasta superar las 10.000 unidades durante 2025, marcando un enfoque prioritario en vehículos de cero emisiones, ha señalado la empresa.
La operación se complementará con un incremento de 8,6 millones de euros en la línea de crédito corporativo de Splend, también otorgada por Macquarie.
Splend ha explicado que estos fondos se utilizarán para «desplegar vehículos eléctricos de manera acelerada, respondiendo a la creciente demanda de soluciones de transporte asequibles y con bajas emisiones».
El consejero delegado de Splend, Chris King, ha afirmado que la inversión recibida «respaldará el crecimiento de la empresa» y reforzará su compromiso con la sostenibilidad.
«Esta operación marca un hito en la transición hacia la movilidad urbana sostenible y refuerza la posición de la empresa como líder en la electrificación del negocio de alquileres entre clientes particulares», ha asegurado King.
Desde su creación, Splend ha recaudado más de 289 millones de euros en financiación a través de terceros, incluyendo las apuestas de fondos de inversión como Pollen St Capital, Partners for Growth y otros actores del sector del leasing y renting tanto británicos como australianos.
Macquarie Group ha explicado, de su lado y en un comunicado separado, que la actividad de alquiler de vehículos entre particulares tiene un impacto «significativo en la descarbonización del transporte global» debido a su elevada tasa utilización anual, que «puede superar los 56.000 kilómetros por conductor».