Los analistas de S&P Global Mobility han apuntado que los impactos acumulados en la fabricación de automóviles en Norteamérica y en el mundo siguen restringiendo «gravemente» las ventas al limitar la disponibilidad para los consumidores.
Así, según los datos de la división de movilidad de la agencia de calificación estadounidense, las ventas de turismos y todoterrenos en Estados Unidos ascenderán hasta los 1,11 millones de unidades en este mes de septiembre, contabilizando 13,4 millones de vehículos vendidos en lo que va de año.
«Los problemas de producción relacionados con la escasez actual, especialmente de semiconductores, y otros problemas de la cadena de suministro, de mano de obra y de logística seguirán traduciéndose en que los inventarios de Estados Unidos se mantengan en niveles inferiores a la media, por debajo de los dos millones de unidades o un suministro de 40 días, hasta bien entrado el año 2023», ha explicado el director asociado de análisis de producción de Estados Unidos de S&P Global Mobility, Joe Langley.
Además, han subrayado que mientras que los precios al por mayor de los vehículos nuevos suben un 3,7%, los precios de los consumidores minoristas registran aumentos interanuales por encima del 10%, lo que demuestra que la demanda reprimida permanece en el mercado.
A pesar de la escasez de existencias en todo el sector, el segmento de los vehículos eléctricos de batería sigue ganando cuota en el mercado estadounidense. Según S&P Global Mobility, los eléctricos que se encuentran junto a los vehículos de combustión en los concesionarios están atrayendo a más consumidores a este nuevo segmento.
Para el año 2022, la previsión de S&P Global Mobility se sitúa en 14 millones de unidades vendidas en el mercado de Estados Unidos, lo que supondría matricular un millón menos de vehículos en comparación con los 15 millones comercializados el ejercicio pasado.