Sixt concluyó 2016 con 13.000 vehículos adquiridos en España. La apertura de nuevos puntos de venta augura un alza más que segura en sus cifras de este año.
«Hemos sabido sacar ventaja a los momentos difíciles, hasta convertirnos en una compañía de referencia en nuestro sector. Y esa ventaja la hemos sabido traducir en los últimos años en un compendio de turismo, servicio y tecnología”. Así resumía Estanislao de Mata (en la imagen), consejero delegado de la alquiladora de vehículos Sixt en España, el desarrollo de la compañía en los últimos años en su última reunión anual, que siempre hace coincidir con la feria Fitur.
En 2007, hace 10 años, la empresa apenas tenía representación en España. Disponía de siete oficinas ubicadas en las zonas turísticas costeras.
Hoy, la cosa es diferente. Alquila sus vehículos en 51 puntos en España y todos los años adquiere más de 12.000 automóviles. Ya es un player que hay que tener en cuenta. Especialmente por su tipología de negocio, centrada en vehículos de gama medio-alta y alta.
Ésa ha sido la clave no ya de la filial española de Sixt, sino del grupo entero, una empresa familiar fundada en 1912 que hoy controlan al milímetro Erich y Regine Sixt. y que factura 2.000 millones largos de euros con una flota global de 175.000 vehículos.
“España es en sí misma una fuente de ingresos natural para nuestro sector, porque el número de turistas crece incesantemente. Los grandes beneficiados de esa llegada de turismo son las empresas de alquiler de vehículos y, especialmente, mi compañía. Nunca pude imaginar que hubiéramos llegado a las cifras que hemos llegado tan rápido”, consideraba De Mata en dicha reunión.
Uno de los puntos de cambio en la división española de Sixt se ha producido recientemente, a finales del año pasado, después de la apertura de concurso de AENA, que posibilitó que la firma entrara con 13 nuevas sucursales en puntos estratégicos de la península y Canarias.
Codéandose con los grandes
Ese incremento en las posiciones geográficas determinante un incremento en la inversión. Pero el retorno es evidente.
Sixt se codea en España con los gigantes del alquiler de vehículos en magnitudes fundamentales, como el ratio de Ebitda sobre ingresos.
La compañía que dirige Estanislao de Mata mejora cada año este margen —sólo tiene por encima a Enterprise, Goldcar y Hertz— y desde hace un lustro lo viene situando en el entorno del 24-30%, con unos ingresos que en 2016 superaron por vez primera los cien millones de euros y con un promedio de beneficio bruto confortablemente colocado entre los 20 y 25 millones de euros cada ejercicio.
Jugar en el segmento premium expone y requiere de fuertes sumas, pero la recompensa es elevada cuando se mira el balance.
¿El futuro? ¿Hoy, mañana? “Hay que trabajar más duramente, apostar más por el turismo, la profesionalización y la tecnología, que serán clave en el futuro. Nuestro sector está apostando mucho en ello, por una simple razón: existe una nueva generación que dirige su vida a través del teléfono, que es amante de las aplicaciones, de las redes, que no lleva un céntimo en el bolsillo y que demanda un servicio de movilidad a la carta por minutos, horas o lo que necesite. La propiedad ha pasado a un segundo y tercer plano”, considera el directivo de Sixt.
Y casualmente y en contraposición con esa filosofía, aunque de un modo positivo, claro está, De Mata apunta que “nosotros, las empresas de alquiler de vehículos, no dejamos de comprar coches; es más, aumentamos nuestros volúmenes cada vez más en España”.
En según qué meses, como agosto del año pasado, Sixt España alcanzó picos de hasta 14.600 vehículos en su flota, “aunque compramos muchos más, lógicamente, y además nuestra gama es la más joven del sector, con entre siete y ocho meses de antigüedad máxima”, apostilla el ejecutivo español, que no tiene dudas acerca de los dos factores que marcarán las líneas que deberá seguir el sector del rent a car.
“Turismo y tecnología serán dos factores básicos para el futuro de las alquiladoras, siempre que las consecuencias del Brexit lo permitan, ya que Reino Unido es una fuente que aporta muchísimos turistas a este país”, concluye De Mata.