La alquiladora de vehículos alemana Sixt obtuvo un beneficio antes de impuestos (EBT) de 27,5 millones de euros negativos durante el primer trimestre del ejercicio actual y en relación con los 33,25 millones de euros de ganancias antes de abonar al fisco que registro en el mismo periodo de 2023, según ha explicado la compañía.
Hay que recordar que los 33,2 millones de EBT del primer trimestre de 2023 ya resultaron decepcionantes para los mercados financieros, debido a que en en el primer cuarto de 2022, Sixt había ganado 93,45 millones de euros.
Sixt ha señalado que, a pesar de los números rojos del trimestre, sus ingresos se situaron en un nivel récord de 780,2 millones de euros entre enero y marzo, un 12,25% más respecto de los 695 millones que facturó en el ejercicio anterior.
La firma también ha echado la culpa de sus números rojos a la mala evolución de los valores residuales de los vehículos usados, con un descenso significativo en mercados como el estadounidense, con un retroceso del 1,9% entre marzo y mediados de abril, ha apuntado Sixt, y en Alemania, donde se ha producido una elevada depreciación de los vehículos eléctricos de segunda mano cifrada por la rent a car en un 4%.
Además de ello, Sixt ha aludido también a las peores condiciones de la economía de la eurozona y a la insistencia en unos tipos de interés elevados que no terminan de bajar.
En relación con la consecución de ingresos de la multinacional, el 35% de los mismos fue obtenido en Norteamérica, el 33,4% en Europa y el 31,3% en su núcleo natal, Alemania.
Durante el primer trimestre del año, la empresa controlada por la familia Sixt ha abierto nuevas franquicias de alquiler de vehículos en Milan, Salt Lake y Hamburgo, por ejemplo. La empresa prevé inaugurara al menos un centenar de franquicias con su marca a lo largo de todo el mundo durante este año, de las que la mitad se concentrarán en Europa y la otra mitad, en Norteamérica.