La empresa alemana de alquiler de vehículos y movilidad digital Sixt prevé concluir el ejercicio actual con unas pérdidas antes de impuestos de entre 70 y 95 millones de euros, según ha asegurado la compañía en un documento enviado a sus inversores.
La cifra, atribuible en su integridad a la pésima evolución del mercado alquilador como consecuencia del coronavirus, contrasta con los 246 millones de euros de beneficio neto que la firma obtuvo en el ejercicio pasado.
De su lado, el grupo automovilístico, perteneciente a la familia Sixt, espera situar sus ingresos consolidados en unos 1.500 millones de euros este año, un dato que supondría un retroceso del 54,6% en relación con los 3.305 millones de euros que la multinacional teutona facturó en 2019.
La semana pasada, la empresa anunció que cerró los tres primeros trimestres del ejercicio actual con unas pérdidas antes de impuestos de 57 millones de euros, en comparación con las ganancias brutas de 260 millones de euros contabilizadas en el mismo período del año previo.
Sixt facturó 1.171 millones de euros entre enero y septiembre, un 38,6% menos.
“Covid-19 se está expandiendo con más fuerza actualmente, lo que unido a las constantes restricciones en los viajes produce un efecto en nuestro negocio sujeto a una elevada incertidumbre”, ha asegurado la empresa, que advierte de que la previsión actual está sujeta a que no se produzca una evolución peor de la pandemia ni más restricciones, ni de contacto ni de tránsitos.