Imagine por un momento que el número de estaciones de servicio para repostar gas fuera equivalente al de gasolineras convencionales. Piense, por un momento, que llenar el depósito de su automóvil le costara menos de 13 euros. Y que eso se tradujera en un coste por cada cien kilómetros recorridos de 3,2 euros. Y que esos 3,2 euros se compararan con los 4,6 euros del mismo coste/distancia en el caso del diésel y de los 5,9 euros de la gasolina.
Piense en gas natural comprimido.
Seat lleva bastante tiempo pensando así. Y acaba de lanzar al mercado una versión de gas para su blockbuster, el Ibiza, que en su versión 1.0 TGI de gas puede recorrer casi 400 kilómetros con un único depósito, comparados con los 214 kilómetros de la gasolina, los 271 kilómetros del diésel o los 305 kilómetros de un híbrido con propulsor equivalente.
“Si existiera un número mayor de gasineras [estaciones de servicio para repostar gas], directamente no habría cuestión, no hablaríamos de ello, porque el TCO (Coste Total de Adquisición) del vehículo de gas es sensiblemente inferior al de uno con motor convencional. Podríamos hablar de hasta cien euros menos de TCO unitario”, asegura Antonio Calvo, director de Movilidad Sostenible de Seat España.
En términos porcentuales, la diferencia de coste por cada cien kilómetros recorridos es de un 46% en el caso del gas respecto de la gasolina y del 31% si se compara con un mismo motor diésel. El Ibiza 1.0 TGI utiliza una tecnología combinada híbrida de gasolina a lo que se añaden dos depósitos de gas de 13 kilogramos cada uno. En el terreno de las prestaciones, el TGI cuenta con las mismas que la versión con combustible tradicional del Ibiza. Todo es igual y, salvo un maletero un poco más reducido, lo único que se obtiene con el gas son ventajas económicas.
Multiplicando las ventas
Seat ha diseñado un plan muy ambicioso para su gama de vehículos provistos de GNC, y que actualmente se concentra en los modelos Ibiza, León, León ST y el coqueto Mii. El gas natural llegará en los próximos meses también al Arona, y la firma sopesa si lo hará en el superventas Ateca. Con todo, Seat prevé que este tipo de propulsión suponga un 5% del total de sus ventas en España en este ejercicio, y eso no es hablar en balde, ya que podríamos hablar de unas 4.500 unidades y respecto de las algo más de mil unidades GNC del año pasado.
“El cliente de flotas cada vez tendrá más en consideración esta alternativa, porque además de que no hay rival en términos de consumo, igualmente añade un muy buen componente de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) a las compañías, e independientemente de su tamaño. El gas es una opción muy eficiente y muy amistosa con el medio ambiente”, señala el responsable de Movilidad Sostenible de Seat. la proyección comercial de este tipo de combustibles es tremenda. En los dos primeros meses del año, Seat ya ha colocado 557 modelos de gas en el mercado español, lo que significa que ha duplicado sus ventas de 2017.
Con un precio de partida de 17.410 euros, la compañía mantiene una propuesta comercial inicial que reduce esa cantidad hasta 10.650 euros durante tiempo limitado, lo que supone equiparar el precio al de la versión convencional del Ibiza con motor de gasolina. La versión de acceso Reference incluye de serie airbag de conductor y pasajero, de cortina, sensor de presión de neumáticos, limitador de velocidad, asistente automático de frenada y de arranque en pendientes, ordenador, retrovisores eléctricos y sistema de radio Media System de cinco pulgadas, bluetooth y toma de USB, entre otros.