viernes 29, marzo, 2024

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La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

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La redacción de Fleet People trabaja para ofrecer a los lectores una información de calidad y actualizada sobre el sector de las flotas y el renting. El equipo está comprometido con la excelencia periodística, y se esfuerza por ofrecer un contenido útil y atractivo para los lectores, ser un referente informativo para los profesionales del sector y contribuir al desarrollo del mismo. La redacción de Fleet People está liderada por Juan Arús, director de la revista y del medio digital. Arús es un periodista con 25 años de experiencia en el sector de la automoción.

En 2008, cuando el renting apenas llevaba una década en funcionamiento y España comenzaba a atisbar el inicio de una crisis financiera que más tarde se traduciría en un infierno económico, la banca observó cómo la inversión nueva en créditos al consumo de automóviles descendía un potente 30% respecto de 2007, 10.046 millones de euros concedidos a tal fin.

Se trataba de una cifra que estaba en la línea con los volúmenes de 15 años antes —justamente 1993, coincidiendo con la otra gran crisis del país— y, lo que es peor, la morosidad promedio de los préstamos automovilísticos habían escalado hasta el 8,7%.

Ese porcentaje no era poca cosa. Echando la vista atrás, muy poco atrás, en 2006, dicha tasa de morosidad estaba fijada en el 2,4% en un sector acostumbrado a manejarse en ratios de impago, como mucho, de entre el 3% y el 5%.

 

La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

 

En 2009 se produjo el pico histórico de créditos automovilísticos fallidos en nuestro país, un 14,2%, y desde entonces ha bajado de forma paulatina hasta el último escenario registrado, un apacible 2,9% al iniciarse el primer trimestre de 2017, el último dato oficial de morosidad disponible.

 

Una oficina bancaria de Caixbank, en Valencia. FOTOGRAFÍA: CAIXABANK
Una oficina bancaria de Caixbank, en Valencia. FOTOGRAFÍA: CAIXABANK

 

Los volúmenes de concesión de préstamo por automóvil han pasado en una década de una media unitaria de 12.700 euros hasta 13.290 euros, un 5% más, la inversión nueva se ha mantenido en la franja de 10.000 millones y ha aumentado mucho el número de contratos firmados, desde los casi medio millón consignados en 2008 hasta los 867.000 registrados en 2017.

 

https://fleetpeople.es/seat-nuevo-leon-espana/

 

También se han producido, en este ínterin de una década, varios acuerdos entre entidades financieras y fabricantes de automóviles para liquidar créditos dudosos del motor, operaciones en las que se han colocado a terceras entidades la carga de la morosidad en bloque a cambio de un montante que no suele ser muy elevado por el riesgo de la operación. BBVA, Santander, Bankia, Caixabank, Ibercaja…

Prácticamente todas las principales entidades prestatarias han endosado créditos fallidos a terceros.

 

Un concesionario de automóviles, en Valencia. FOTOGRAFÍA: VIVITTA
Un concesionario de automóviles, en Valencia. FOTOGRAFÍA: VIVITTA

 

Según ha podido saber Fleet People a través de fuentes del mercado automovilístico, una de las últimas operaciones reseñadas en este capítulo ha concluido con la venta de 19.000 préstamos por un valor promedio unitario de 5.300 euros, con paquetes de vehículos incluso de mediados del año 2000, esto es, con cantidades difíciles de recuperar, especialmente en España.

Lo cierto es que el paulatino incremento del empleo y la más elevada renta disponible mínima de las familias ha agitado en los últimos años la concesión de créditos al consumo, entre los que desempeña un papel fundamental el automóvil.

 

La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

 

Las entidades financieras, sin embargo, han aprendido muchas lecciones. Y las están aplicando a rajatabla a través de nuevas fórmulas, o implementando las existentes, algo que está empezando a incomodar a algunos actores del sector de automoción español. Como los concesionarios.

 

Adaptarse a una nueva sociedad

En la última década, los hábitos de consumo y el modo de buscar automóviles han cambiado sobremanera. No así la compra en sí misma, que mantiene los mismos cánones tradicionales. Al final, hay que tener en cuenta que la adquisición de un automóvil es la segunda decisión de compra más importante en la vida de una persona después de sus casa.

 

https://fleetpeople.es/coches-de-empresa-10-marcas/

 

Pero parece que, aunque ese modo de operar no haya cambiado por parte del usuario, sí que existen claros indicios de que, por parte de los bancos, se quiere dar la vuelta a la tortilla de cómo se adquieren vehículos.

 

La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

 

Durante los últimos años, el auge del renting dirigido a clientes particulares ha crecido de un modo impresionante en nuestro país.

Si bien con cifras todavía bajas y un parque censado de en el entorno de 100.000 unidades, las matriculaciones en este canal se han disparado gracias al empujón que han dado los bancos a este modelo de negocio ayudados por la incógnita tecnológica motivada por las emisiones de los coches, por una cierta desaceleración de la economía y, cómo no, por la mayor comprensión y gusto del consumidor por el concepto del pago por uso.

“Particulares y autónomos son los clientes que más están incrementando el renting en España. Sin tener cifras exactas del cierre de las matriculaciones de personas físicas del ejercicio 2019, calculamos que habrán superado las 30.000 unidades. En este año repetiremos cifras similares”, asegura Agustín García, presidente de la Asociación Española de Renting (AER), en declaraciones a Fleet People.

 

La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

 

Lo cierto es que, por el momento, es imposible conocer exactamente las matriculaciones de renting a nombre de persona física o autónomo, porque la Dirección General de Tráfico no aporta ese dato.

Sin embargo, esa cifra estimada por la patronal del renting español podría estar situada bastante por debajo de la realidad del mercado del alquiler con servicios dirigido al canal privado. Sólo Caixabank, socio de Arval en renting, concluyó 2019 con un volumen de unas 15.000 operaciones, y entidades en competencia suya como Bansacar, de Banco Santander y aliada con LeasePlan, han cerrado un año jugosísimo con centenares de operaciones de renting privado con solo uno de sus modelos ofertados, el Nissan Qashqai, por ejemplo.

La financiera de Volkswagen concluyó 2019 con unas 5.000 operaciones solo de la marca de la doble uve a través de MyRenting y ALD gestiona el renting privado de BBVA, Deutsche y desde hace poco, Kutxabank…

Son solo un puñado de datos que ponen de manifiesto no solo el volumen, sino el nuevo interés bancario por operaciones que van mucho más allá de la pura y simple financiación del activo. Parece que la banca busca toda la parte del pastel.

 

https://fleetpeople.es/reyes-renting-leon-qashqai-kangoo-transit/

 

Y una de las gotas que ha encendido los ánimos de actores del sector como los concesionarios surgió hace escasos meses, con la venta de 6.000 coches prácticamente de una tacada por parte de una entidad financiera.

Too much para las redes.

“El problema es que se está haciendo entre determinadas entidades financieras y fabricantes y al margen de las redes de concesionarios, y nosotros nos encontramos con la película ya montada. Y ahí es donde no estamos de acuerdo”, explica a este medio de comunicación Gerardo Pérez, el presidente de la patronal de los concesionarios de automóviles de España, Faconauto.

 

La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

 

“No puede ser que un cliente mío que entre por mi puerta y tenga un recorrido tremendo, que le permita pensar en todo momento la buena experiencia que ha tenido al comprar un coche, que de repente vaya a una entidad financiera y le digan: ‘130 euros al mes durante 36 meses’… ¡Y hecho! Estamos hablando de un bien que cuesta mucho dinero… ¿Cómo puede ser que exista un comportamiento del cliente tan diferente? ¿Que queremos vender un coche por cuota, solo dando un precio al cliente? Fenomenal, pero como yo soy el que lo tiene que entregar, quiero estar en una mesa de negociación con fabricantes y entidades financieras”, asevera Pérez, que además es propietario de concesionarios en el sur de España.

 

Cómo se llega al aquí, ahora

Hay que recordar que durante muchos años y hasta que llegó la crisis de 2008, el mercado automovilístico español estaba situado en el entorno de 1,6 millones de unidades anuales, una cifra que asombraba en Europa y que generaba muchas expectativas sobre las posibilidades de generación de business en nuestro país. Las entidades financieras no eran ajenas a esta ola automovilística made in Spain y estaban inmersas justo en la cresta, concediendo créditos a mansalva a través de sus laxos departamentos de Riesgos y con la idea de que estaban ante un flujo que nunca cesaba.

Había pan para todos.

Pero fue en 2010 cuando las entidades financieras comprendieron —con una tasa de morosidad sextuplicada en tres años— que habían abierto demasiado el grifo del crédito al consumo de automóviles, comprobando de modo literal cómo muchos deudores dejaban el coche que no podían pagar aparcado al lado de un concesionario y devolviendo las llaves del mismo en el interior del punto de venta.

En ese momento, los bancos salieron despavoridos del sector auto.

Y eso incluyó sus, hasta entonces, beneficiosas divisiones de renting, un negocio en el que los bancos habían estado presentes al calor del buen tiempo que generaban las matriculaciones de vehículos en España durante las tres primeras cuartas partes de la década de 2000.

 

https://fleetpeople.es/renault-luca-de-meo

 

Paradójicamente, las principales empresas de renting mundiales dependen societariamente de grandes bancos. Pero hay una gran diferencia. La existente, básicamente, entre la entidad financiera que considera como core sus operaciones de renting y que trabaja en el sector durante muchos años, y los que simplemente analizan este negocio como una commodity más de la que aprovecharse cuando existe buen tiempo.

El problema principal para una entidad financiera, a fin de cuentas, reside como en cualquier empresa en que su objetivo número uno es proporcionar el máximo beneficio a sus accionistas y un reporte de dividendos anual satisfactorio.

 

La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

 

En 2010, los bancos se despertaron de una pesadilla real en la que tenían encima de la mesa decenas de miles de vehículos acumulados en créditos de dudoso pago. O directamente fallidos. Demasiado para una cuenta de resultados. Demasiado, teniendo en cuenta que la banca española estaba en mitad de una batalla legal que le obligó a exponer de modo fehaciente y públicamente en sus balances anuales lo que antes escondían —la ley se lo permitía—: los créditos hipotecarios fallidos, los préstamos ‘subprime’ españoles.

Añadir a eso los créditos dudosos del automóvil era demasiado para un sector bancario tradicionalmente alérgico al riesgo.

A comienzos de 2011, La Caixa vendió su negocio de renting a la multinacional de renting Arval y selló un acuerdo de colaboración que aún sigue vigente. En el momento de la transacción contaba con 34.000 vehículos en cartera. Poco tiempo después haría lo mismo Caja Madrid, a través de su participada y extinguida Finanmadrid, colocando APK Renting, que tenía 3.000 vehículos bajo gestión y que pasó a manos de un grupo de accionistas privados.

BBVA, de su lado, tardó más en colocar su área de renting —lo hizo en 2017—, en la que se contabilizaban 25.000 vehículos, pero mantenía un tradicional acuerdo de gestión y colaboración en este campo con su partner, ALD Automotive. La gran operación de desinversión bancaria del año en 2011 la protagonizaría la entidad financiera holandesa ING, que vendió su unidad de renting (ING Car Lease) a BMW por 636 millones de euros.

De un plumazo, Alphabet, que era y es la marca de renting del fabricante de coches premium alemán, pasó de gestionar 4.000 a 35.000 vehículos en España. ING Car Lease contaba con dicha flota tras comprar en 2009 los activos (15.000 coches) de la sevillana Universal Lease.

Solo hay dos empresas bancarias de volumen que han mantenido su negocio de renting de vehículos, Banco Sabadell y Bansacar, de Banco Santander. La primera gestiona 21.000 vehículos y la segunda otro par largo de decenas de miles de vehículos.

 

https://fleetpeople.es/renting-millones-2019/

 

Renting vs concesión: ¿Qué ha cambiado ahora?

Lo que los bancos han conseguido es trasladar el riesgo a las empresas de renting. Por supuesto, no el correspondiente al ámbito corporativo, que apenas bordea el 1% anual, sino el del cliente particular.

Con las manos libres, las entidades financieras han comprobado ahora que pueden trabajar muy de cerca con los activos automovilísticos y operar de modo directo con todos los servicios indirectos que genera un coche, sin necesidad de esperar a que sea el propio concesionario, por ejemplo, el que les pase las operaciones de financiación. Y no hay que olvidar la potencia enorme y la capilaridad de la red bancaria.

Una campaña de renting de 2.000 vehículos se agota en tres días.

Y ha habido algunas que en entre uno y dos días. Ojo.

 

La gran lucha por los servicios del renting: banca vs concesionarios

 

“Lo que nosotros les decimos a las entidades financieras es que o están en un sitio, o en el otro. Pero en los dos es muy complicado estar. Porque si yo a una entidad le paso todos los años un montón de clientes para que financie coches, no puede ser mi competidor. Por que si no, dentro de tres años quién me dice a mi que a una persona a la que le ha financiado una concesión un automóvil no le va a llamar la entidad financiera para ofrecerle productos o venderle otro coche”, afirma Gerardo Pérez.

De su lado, el presidente de AER, Agustín García, afirma a esta publicación que “creemos que los concesionarios entienden y apoyan este producto [el renting]. Su papel es clave en la comercialización del renting, pensemos que es donde se entregan los vehículos y son, en la mayoría de los casos, la primera imagen que tienen del renting los usuarios al recogerlos. Es absolutamente necesario que exista una buena relación entre los concesionarios y las compañías de renting, porque ambos nos necesitamos”, asevera.

El primer ejecutivo de Faconauto tiene la impresión de que el renting sí que entra en la ecuación de la queja de las redes de venta respecto de las entidades de crédito.

“El fabricante está dando el vehículo al banco para que su operadora de renting lo venda, es evidente. No es lo mismo que el fabricante le venda una gran flota de vehículos a Endesa, que eso lo entiendo. Pero aquí de lo que estamos hablando es de que se trata de ventas a clientes particulares. Entiendo que Endesa o Iberdrola no tienen un recorrido-cliente, o Telefónica. Esos señores compran 5.000 coches según un acuerdo”, expone Gerardo Pérez, quien prosigue:

“Pero cuando Pepito Pérez de un pueblo de Granada compra un coche y lo hace en una entidad financiera, yo quiero hacer lo mismo que pueda hacer ese señor. Que lo que él hace, que lo pueda hacer yo y no estar en competencia desleal con ese señor. Y eso no ocurre. No es así. Independientemente del artículo o de la forma con que se explique esa compra, porque efectivamente [quien realiza la operación] es una entidad de renting, la de esa entidad bancaria, porque la entidad financiera no puede vender coches directamente”, incide el presidente de Faconauto.

 

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Para AgustÍn García, “el que los bancos ofrezcan renting de vehículos a sus clientes no es algo nuevo, pero es verdad que ahora existe más aceptación y demanda, por parte, sobre todo, de particulares y autónomos, que antes no contemplaban esta opción”, puntualiza.

 

https://fleetpeople.es/swipcar-millones-ronda-inversion/

 

Además de ello, el responsable de AER quiere remarcar a Fleet People que “es evidente que hoy día existe mayor competencia multicanal en la oferta de todos los productos y en el caso de los automóviles también, pero considero que el papel de los concesionarios en la cadena de valor de las operaciones de renting continuará siendo esencial y hay que buscar su máxima implicación en el proceso, como así lo entienden las propias compañías de renting”.

¿Competencia desleal? ¿Nuevos modelos de negocio? ¿Regulación? ¿Adaptarse o morir? Un poco de todo. Lo único evidente es que dentro de este nuevo caldo de cultivo generado por el renting privado hay mucha tela que cortar. Veremos quién consigue quedarse el jirón más grande.

 

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