
Renove, el gran plan conseguido (al fin) por el renting

El renting entró de lleno en los planes de renovación del parque automovilístico aprobados por el Gobierno a comienzos de mes. Y supone una gran noticia que puede analizarse desde diferentes vías.
La primera es que el alquiler de vehículos con servicios parece haberse convertido, por fin, en un integrante por derecho propio de los órganos de decisión de todo lo que rodea a la automoción española.
¿Siempre ha estado ahí? El renting siempre ha estado ahí, sí. ¿Siempre ha sido atendido en la práctica?
Nunca como en la actualidad.
Con un porcentaje muy elevado sobre el total de ventas del mercado automotriz, el renting representa uno de cada cinco automóviles que se adquieren en España y cuenta por miles de millones de euros sus inversiones en compras anuales.
Pero, más allá de ello, la importancia de esta fórmula ha situado su grado de interlocución y efectividad en su pico más alto gracias, fundamentalmente, a la popularización del término renting, una palabra que acuñó el primer Consejo de Dirección de la Asociación Española de Renting cuando todavía ni se había formado estatutariamente y que hay que atribuir al ejecutivo José Luis Criado, primer presidente de la entidad.
La palabra en cuestión le vino a la cabeza en un avión de regreso a España desde Holanda, haciendo cábalas mentales sobre qué término se ajustaba mejor a esa actividad que, entonces, nadie conocía en nuestro país. Corría el año 1995.
Casi exactamente 25 años después, el renting ha cogido la directa y, en los tres últimos años, ha ganado una enorme popularidad en nuestro país gracias al empuje de todos los actores que conforman el negocio y al calor de las nuevas tendencias sociales y comerciales del mercado.
De igual modo que abonamos una cuota mensual para hacer fit-boxing, que encargamos una hamburguesa delicatessen por Glovo a través de una aplicación de nuestro móvil y que abonamos sendos abonos mensuales a Netflix y Filmin, por ejemplo, así se interpreta el renting ya en la sociedad.
Como un objeto de consumo paquetizado, perfectamente completo y que, incluyendo todos los servicios disponibles, se disfruta a cambio de un fee mensual generalmente comedido o, como se ha impuesto últimamente, a cambio de un puñado de euros diarios.
No siempre ha sido así. Esta publicación ha recibido en los dos últimos años más preguntas de los lectores sobre el renting que en los cuatro anteriores. El cambio de tendencia es total y, seguramente en parte por ello, ha formado parte también de los programas Moves y Renove puestos en marcha por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
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En el último Plan Moves para vehículos eléctricos, por ejemplo —no el que acaba de ser aprobado sobre el papel en el BOE del pasado 6 de julio—, el renting, sus empresas, figuraban como válidas en la hora de acceder al programa. Pero en la práctica no podían hacerlo porque las operaciones quedaron limitadas a una por comprador y, encima, con la obligatoriedad de dar un automóvil viejo a cambio.
Ambos requisitos parecían, exactamente, dibujados justo en línea contraria al renting. Parecía que la norma estaba redactada para que el alquiler con servicios no tuviera ninguna posibilidad de acceder al programa. Como así ocurrió y han lamentado diferentes voces del sector en muchas ocasiones.
Para las empresas de renting, que sitúan cada año su cuota de penetración en matriculaciones de vehículos eléctricos en el doble, como mínimo, que los fabricantes tradicionales, estar fuera de un programa sobre un tipo de vehículo del que eran los principales valedores y por el que han apostado más que el resto se consideró de modo bastante negativo. Con razón. Las cosas han cambiado, afortunadamente.
El Real Decreto-ley 25/2020 de medidas urgentes para apoyar la reactivación económica y el empleo expone que las ayudas se destinarán a la adquisición directa o a la adquisición por medio de operaciones de financiación por leasing financiero o arrendamiento por renting (leasing operativo) de un vehículo nuevo, que deberá adquirirse y estar matriculado en España a partir del 15 de junio pasado, incluido.
No se puede ser más conciso y claro.
“Estamos muy satisfechos con el lanzamiento del último Plan Renove, en el que, como ya ocurrió en programas anteriores como el Moves, el renting está contemplado”, asegura Agustín García, presidente de AER, en declaraciones a Fleet People y sobre esta positiva noticia.
Para llevar adelante el Renove, el Gobierno aprobó a principios de este mes la concesión de un crédito extraordinario de 250 millones de euros para atender las necesidades del Plan Renove, que serán adjudicados por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que dirige Reyes Maroto.
El programa de renovación del parque circulante español en 2020 se centra en el incentivo de la compra de vehículos con la mejor tecnología posible y con el fin de sustituir aquellos más antiguos, teniendo siempre en cuenta que España cuenta con uno de los parques de vehículos más viejos de Europa, con una edad media por automóvil de unos 13 años.
Asimismo, se incorporan criterios medioambientales y se opta por premiar los vehículos nuevos más limpios y sostenibles.
“La inclusión del renting en este tipo de ayudas es fundamental”, apunta García a esta publicación, “porque encierra numerosas ventajas sociales que benefician al medio ambiente, la eficiencia y la seguridad vial, además de favorecer a los fabricantes, ya que mientras que el renting adquiere tres vehículos el resto del mercado compra uno. Y permitir que sus clientes actuales y potenciales disfruten de cualquier tipo de incentivo en igualdad de condiciones que el resto de modalidades (compra directa, leasing) es lo razonable”.
De igual modo que en planes anteriores parecía que el renting quedaba relegado, en esta ocasión da la impresión de que el Renove está diseñado específicamente pensando en esta fórmula de compra.
Solo hay que señalar al respecto que la edad media del parque de vehículos de renting español tiene una antigüedad media de dos años y que las empresas que confirman esta actividad adquieren todos los años única y exclusivamente automóviles con las mejores y más eficientes tecnologías.
El único ‘pero’ que puede ponerse al alcance del Renove para el renting reside en la aplicación de las ayudas en el caso de los automóviles seminuevos matriculados a partir del 1 de enero pasado. Están incluidos en el programa de incentivos, pero el vehículo de ocasión sujeto a la ayuda debe estar a nombre de un concesionario de automóviles.
Para los constructores de automóviles, esta opción es fantástica, porque permite ofrecer una salida ordenada —pero, sobre todo, una salida— al ingente stock de vehículos —automatriculaciones— que se ha quedado en el tintero de toda la industria comercial durante la fase de la pandemia. Un sobrestock en el que las empresas alquiladoras de vehículos han tenido mucho que ver.
Las empresas de renting no son entes aislados en este apartado. Las ventas de coches de ocasión tras la finalización de contrato suponen un importante pedazo del pastel de la facturación de las compañías de alquiler de automóviles con servicios incluidos en nuestro país.
Formar parte de ese articulado relacionado con los incentivos para automóviles de ocasión habría sido un éxito absoluto, pero para ello se deberían haber tenido en cuenta antigüedades de, digamos, entre tres y cuatro años, por ejemplo, o menores de cinco años como término genérico.
Hay que tener en cuenta que el renting no estoca al matricular, sino que su compra tiene —normalmente— un cliente final preasignado. Durante los meses previos a la aprobación del Renove ha habido algunas voces, de entre las principales compañías del sector, que han solicitado la inclusión de los seminuevos de renting con unos pocos años de edad en las operaciones del Renove.
La propuesta tiene sentido porque puede decirse que ningún vehículo usado del mercado está en mejores condiciones y más cuidado que una flota de renting. Pasan todos los chequeos anuales, el mantenimiento y las reparaciones son obligadas y los estados generales de los automóviles, cuando concluyen su utilización de empresa, suelen ser óptimos, lo que se traduce en una segunda vida que aporta más calidad y seguridad al potencial comprador.
En este sentido, cabe decir que, aunque las principales compañías de renting siempre han dispuesto de un fuerte contenido relacionado con el vehículo de ocasión, y está siendo ahora cuando lo está potenciando más que nunca, por ejemplo como en el caso de Arval, con AutoSelect o ALD Automotive, con Redrive. Alphabet dispone de un servicio similar con DriveOn y LeasePlan, con CarNext.
Con el actual plan en las manos del sector, y de vuelta al Renove en lo tocante al renting, los pagos de las ayudas se efectuarán a la empresa de renting, aunque el destinatario final de la misma sea el arrendatario, esto es, el usuario final del vehículo.
El montante total de las subvenciones aprobadas el mes pasado asciende a 250 millones, de los que 200 millones se destinarán a turismos, 25 millones a derivados comerciales, 20 a autobuses, furgones y camiones y cinco millones a motocicletas. Para los clientes particulares o autónomos que quieran acceder a un renting, los incentivos serán mayores que en el caso de las pequeñas y medianas empresas y de las grandes corporaciones.
Es importante indicar que en los contratos de renting que quieran acceder al Renove se debe indicar expresamente una duración de, como mínimo, dos años para el leasing operativo. También debe figurar claramente y como arrendatario el solicitante de la ayuda.
El contrato entre las dos partes debe contemplar también la aplicación de la ayuda completa en forma de reducción de cuotas abonables o de la renta del arrendamiento a satisfacer por el cliente, especificando el importe de las cuotas mensuales previas a la aplicación del incentivo y cómo queda después de aplicarlo.
El Plan ha aprobado un montante máximo de 4.000 euros de ayuda para autónomos y particulares que opten por cambiar hacia un turismo o furgoneta ligera eléctricos (etiqueta Cero), de 2.600 euros en el caso de los híbridos enchufables (etiqueta Cero), de mil euros para los híbridos (etiqueta Eco) y de 800 euros para el resto, con etiqueta ‘C’.
Los bancos y el renting se ponen las pilas para no perder el hilo con sus clientes
En el caso de las pymes, las ayudas serán, siguiendo la línea anterior, de 3.200, 2.300, 800 y 650 euros. Y si es una gran empresa la que quiere acceder al programa, serán de 2.800, 2.200, 700 y 550 euros, respectivamente y en función de la etiqueta que quiera comprarse.
El límite de precio de venta será de 35.000 euros, una cifra que aumentará hasta 45.000 si quien lo solicita es una persona con movilidad reducida.
Hay que indicar que existen una serie de extras a este plan de ayudas, medido también en cantidades económicas. Si se acredita movilidad reducida, se obtendrán 500 euros más de ayuda, de igual modo que si se acredita disponer de una renta familiar mensual inferior a 1.500 euros. Y un caso idéntico se producirá en términos económicos si se achatarra un automóvil que tenga más de 20 años de antigüedad.
Hay que reseñar, finalmente, que las pymes y las grandes empresas que quieran optar a estas ayudas tendrán que declarar expresamente su condición como tales en los documentos de solicitud.
El renting afronta el inicio de una nueva era en España por varias razones. Su inclusión, como una pieza fundamental del engranaje del sector de automoción, se acaba de sustanciar tras la aprobación de un programa que concede una importancia destacable a esta fórmula de adquisición.
El próximo reto está más que claro para las empresas del sector: Los vehículos de ocasión son el objetivo, y esa será una de las tareas de la agenda del nuevo presidente de AER, José-Martín Castro Acebes.
Suerte y al toro.