El Gobierno británico ha anunciado la extensión del programa de incentivos para la compra de vehículos eléctricos con una extensión de 1.705 millones de euros que se dirigirá a reactivar la demanda de automóviles eléctricos bajo un contexto de creciente estancamiento en el mercado de vehículos ecológicos puros.
La medida se apoya en una ampliación presupuestaria destinada a reducir el coste inicial de los vehículos y a reforzar la infraestructura de recarga en todo el país, ha adelantado el Gobierno
De este modo, el Ejecutivo ha incrementado en 1.477 millones de euros los fondos del plan denominado como Electric Car Grant, que rebaja el precio de compra de los automóviles eléctricos nuevos en hasta 4.267 euros al cambio actual mediante ayudas directas a la adquisición.
Desde su puesta en marcha en julio pasado, este programa ha permitido que más de 35.000 conductores accedan a un modelo eléctrico con un coste reducido, de acuerdo con una información publicada por Reuters.
227 millones para infraestructura
El Presupuesto público, que estará activo a partir de este miércoles, incorpora además 227 millones de euros para acelerar el despliegue de puntos de recarga, con el objetivo de sostener la estrategia gubernamental que prevé finalizar la venta de automóviles nuevos de gasolina y diésel en 2030 y asegurar la neutralidad climática en 2050.
En el caso de Reino Unido, la demanda de automóviles eléctricos ha perdido tracción en los últimos meses debido al gravamen que supone su coste de salida para los compradores particulares.
En relación con la medida, y según recoge Reuters, el responsable de política de Transporte del Partido Conservador, Richard Holden, ha cuestionado la oportunidad del paquete económico y ha señalado al respecto que «las familias con ingresos medios están afrontando un crecimiento de los impuestos e inflación creciente bajo el Gobierno laborista y la prioridad del Ejecutivo al respecto es ofrecer descuentos en la compra de automóviles eléctricos”, ha apuntado irónicamente.
El político ha significado igualmente que «esta es exactamente el tipo de medida de gasto desconectada de la realidad que esperamos de este Gobierno laborista”.










