Se puede vivir sin datos. Así lo piensan los creadores del minimalista Light Phone, que no es otra cosa sino lo que su nombre indica. Un teléfono ligero. Sólo sirve para enviar y recibir llamadas. Ni WhatsApp, ni juegos, ni nada por el estilo. El tamaño del teléfono es similar al de una tarjeta de crédito convencional, y el display de números e información es retroiluminado. Pero lo mejor es su autonomía. Como no tiene ninguna complicación, una sola recarga puede servir hasta para 20 días. Su inconveniente, al menos en el mercado en el que aparecerá por vez primera, Estados Unidos —y en junio de 2016—, es que su compra deberá asociarse a un contrato existente con smartphone. Es, por decirlo así, una extensión de éste. Pero el funcionamiento será sencillo. Sólo hay que bajarse una aplicación en el smartphone, activarla, dejarlo en casa por la mañana y todas las llamadas que recibamos en el teléfono inteligente pasarán al Light Phone. Costará cien dólares, unos 90 euros al cambio actual.