viernes 29, marzo, 2024

ÚLTIMO NÚMERO

NEWSLETTER

Cómo afectan las nuevas normas fiscales NIIF al renting

Share & Fleet

En este texto...

Autor

Redacción
Redacción
La redacción de Fleet People trabaja para ofrecer a los lectores una información de calidad y actualizada sobre el sector de las flotas y el renting. El equipo está comprometido con la excelencia periodística, y se esfuerza por ofrecer un contenido útil y atractivo para los lectores, ser un referente informativo para los profesionales del sector y contribuir al desarrollo del mismo. La redacción de Fleet People está liderada por Juan Arús, director de la revista y del medio digital. Arús es un periodista con 25 años de experiencia en el sector de la automoción.

El nuevo estándar contable internacional que tendrán que cumplir todas las compañías cotizadas a partir del 15 de diciembre de este año —y el resto de empresas a partir de diciembre de 2019—, IFRS en inglés o NIIF en español,  supondrá en la práctica que deberán integrar en sus libros contables anuales todos los activos de leasing o renting —leasing operativo— que estén utilizando.

También los automóviles.

Si antes no era obligatorio incluir en la contabilidad una flota de vehículos de 10, 50 ó 250 vehículos, a partir de diciembre lo será para todas las firmas que tengan representación fehaciente en la Bolsa de Valores. 

Las dudas, para el sector del renting y de las flotas, no residen tanto en la idoneidad de la medida ni en su pretendida bondad —que ciertamente puede serlo, aunque ya ha suscitado muchas críticas por diferentes actores—, sino en su dificultad de aplicación y en los problemas que puede acarrear para el tejido empresarial más débil, el formado por la pequeña y mediana empresa. Y dentro de ello, más aún en las empresas más pequeñas y microempresas.

 

Cómo afectan las nuevas normas fiscales NIIF al renting

 

Para las grandes multinacionales, muchas de ellas incluidas en el IBEX35, computar en sus balances cientos de vehículos no es un gran problema. Es digerible desde el punto de vista administrativo, económico, contable y laboral. Un simple paso más que cumplir.

Para una firma pequeña de entre seis y 10 empleados, por poner un ejemplo —y no digamos ya una microempresa—, incluir en balance otros tantos coches puede ser un hándicap importante.

No sólo les suma costes de gestión, administración y laborales, sino que además puede afectar directamente a la calidad de su deuda y a su calificación por parte de los bancos (aunque dicho término esté más entroncado en compañías cotizadas) y, por ende, a su capacidad de endeudamiento, absolutamente crucial en el tejido corporativo mediano y pequeño. En realidad, podría decirse que la medida afectará al cien por cien de las empresas, antes o después, si bien puede que un 99% tenga poco que ver con el espíritu de la creación de la norma.

 

El espíritu de la norma

Una reglamentación creada por Autoridad internacional de la Contabilidad Financiera (IASB en inglés, es una entidad sin ánimo de lucro) básicamente para aportar más transparencia al mercado y al calor de los nuevos modelos de negocio que, en buena parte, ha propiciado internet.

“El problema surge cuando tanto el regulador del mercado como los diferentes auditores de cuentas se dan cuenta de que hay determinadas empresas que están demasiado apalancadas en modelos de leasing y leasing operativo y no tienen apenas balance. Les preguntan a enormes firmas navieras y resulta que dicen no tener barcos propios, sino por cuenta ajena en leasing con compromiso de recompra. De este modo, ¿Qué información se está dando al mercado?”, apunta Pedro Malla, el primer ejecutivo de ALD Automotive en España, preguntado al respecto por Fleet People.

 

 

Cómo afectan las nuevas normas fiscales NIIF al renting

 

Por ejemplo, y de acuerdo con un estudio de IASB, de 1.022 empresas cotizadas analizadas en enero de 2016 se dedujo que el valor de sus pagos futuros en arrendamientos off balance (no computados en el balance, fuera de activos) suponía le 5,4% de todos sus activos del balance de ese año. Pero en actividades como las aerolíneas y la distribución retail, ese porcentaje se cuadruplicó hasta el 20%.

ALD Automotive, como tantas otras compañías del sector, están preparando ya modelos de información para sus clientes en los que explican cómo proceder con la nueva normativa, que no toca a su contabilidad diaria.

Una reglamentación que, tal y como detalla Malla, busca más transparencia en la información que se provee al mercado o al propio inversor o auditor de cuentas, que en muchas ocasiones debe buscar información financiera clave de una empresa determinada en anotaciones escondidas en un anexo del libro de contabilidad.

“El objetivo es bueno y todos queremos la máxima transparencia posible, eso lo tenemos bastante claro. Otra cosa es saber o dilucidar cuánta o qué tipo de transparencia necesita una pyme pequeña. Un balance de automóviles anotado en una empresa pequeña de coches importa, en una grande no mucho”, remarca el directivo.

 

¿Más de 5.000 euros? ¿12 meses? A Fichar…

Con la IFRS nueva, cualquier alquiler en forma de leasing operativo o renting que sea superior a 12 meses de duración y 5.000 euros de valor debe quedar claramente anotado en el balance, y en éste deberá figurar en el epígrafe de Derechos y Obligaciones uno en el que se especifique la denominación “Derecho de Uso” para este particular. Nada de anotaciones en la parte inferior, de epígrafes ni de notas al pie o anexos.

 

Cómo afectan las nuevas normas fiscales NIIF al renting

 

Luz y taquígrafos, parece decir el Consejo del FASB. Para el gestor de flotas tradicional de gran empresa, la Norma Internacional de Información Financiera (NIIF, en español) sí que significará de entrada una mayor predictibilidad en los activos contables en forma de vehículos, ya que se tendrá que calcular el valor de los pagos futuros al tipo de interés fijado en el contrato de arrendamiento a lo largo del ciclo de vida, aun siendo estimaciones.

 

Voces discordantes

A pesar de que la NIIF implicará cambios para las empresas, y sobre todo para las de menor tamaño, la patronal europea del leasing y del renting Leaseurope sostiene que apenas impactará en el 1% de las compañías con presencia en Europa, por lo que desde finales del año pasado ha hecho un llamamiento insistiendo en que las autoridades locales de cada país europeo deben “evitar” asumir de modo local la normativa para que incidan lo menos posible en la trama de pequeñas y  medianas empresas, que conforman el gran tejido empresarial desde el punto de vista cuantitativo.

Para esta patronal, introducir nuevas reglas contables son “una carga costosa e innecesaria para el 99% de las empresas”. “Esta decisión normativa es aplicable sólo para grandes compañías que seguramente tendrán Departamentos de Contabilidad grandes y propios acostumbrados a lidiar con cambios en principios contables. Es esencial que quienes aplican los estándares nacionales en normativas eviten una nueva carga regulatoria para el resto de empresas de Europa que sólo quieren continuar investigando y creciendo”, ha afirmado al respecto el director general de Leaseurope, Leon Dhaene.

En esencia, a lo que se refiere Leaseurope no sólo es a la forma de la reglamentación, sino a su fondo y a su impacto, ya que en este último caso su influencia, en términos de gran empresa, afectará mucho más a los activos inmobiliarios.

Por ejemplo, el gigante Inditex, propietario de Zara —cotizada en el IBEX35—, tendrá ahora que convertir en deuda sus alquileres de almacenes y locales comerciales, de igual modo que las entidades financieras que cotizan en Bolsa tendrán que hacerlo con sus sucursales financieras computadas como alquiladas. En conjunto y en el planeta, de acuerdo con IASB, la introducción de la nueva norma aumentará el endeudamiento global de las empresas en casi tres billones de euros de un plumazo, cifra que convierte en una canica la aplicación de la reglamentación nueva en el apartado de flotas de vehículos.

 

Cómo afectan las nuevas normas fiscales NIIF al renting

 

Este cálculo, eso sí, no ha tenido en cuenta la influencia de la reglamentación en más del 95% de las empresas que conforman el tejido económico del viejo continente, las de tamaño más pequeño y mediano, lo que puede convertir la NIIF en un enorme transatlántico con múltiples y —todavía— desconocidas consecuencias dentro de la eurozona.

“Esperamos un incremento en la volatilidad total del activo, incrementos en estos y en el índice de apalancamiento. Y al eliminarse los gastos de arrendamiento y sustituirlos por gastos de intereses y amortización de derechos de uso, se incrementará el componente Ebitda [beneficio bruto]”, indica la consultora global KPMG sobre el impacto directo de la norma.

La firma puntualiza además en un informe específico sobre la IFRS o NIIF que “Será necesario considerar el impacto en el planning y los procesos presupuestarios,  optimizando la estrategia global de arrendamiento e igualmente todos los procesos de contratación”.

La realidad es que la nueva Norma Internacional de Información Financiera (NIIF) para Arrendamientos o International Financial Reporting Standards (IFRS) no ha venido de paso, sino para quedarse. Y en un mercado cada vez más global y competitivo, pero también más entrelazado, parece una obviedad pasar por alto la necesidad de adaptarse y armonizar las estructuras a los nuevos escenarios.

La pregunta es a costa de qué.

 

Origen: El escándalo Enron

Nadie se lo creía. Pero sucedió. Como tantas y tantas cosas. Por eso suele ser mayoría el cupo de empresas que aceptan las normativas de contabilidad internacionales. Nunca está de más ni la transparencia ni la adopción de reglas que aporten información. Más información. En el año 2001 se destapó el mayor escándalo financiero de la época en Estados Unidos. Desembocó en la quiebra de Enron, un gigante energético que facturaba miles de millones de dólares. Y se llevó por delante a la entonces archiconocida Arthur Andersen, una de la principales auditoras del mundo. Durante muchos años, la cadena de mando de Enron gestó a  un grupo de ejecutivos cuya única misión era eludir y esconder datos financieros clave para engordar el tamaño de la empresa y dar la apariencia de que su tamaño era mayor del que en realidad era, que su estado contable era mucho mejor que la realidad y que su deuda no era ni la milésima parte que aparentaba ser. El valor de cada acción de Enron pasó de 90 dólares a un dólar en menos de 12 meses y, en diciembre de ese año, tuvo que ser conducida a la quiebra por Estados Unidos, dejando por el camino 65.000 millones de dólares en pérdidas. Muchos directivos de Enron dieron con sus huesos en la cárcel y, en el caso de Arthur Andersen, no hizo falta: cuando el juez decretó su culpabilidad ya había perdido todos sus clientes y echado el cierre.

¿Dónde quieres recibirla?

    Más información

      Kia EV9, el nuevo 'must' ecológico para el CEO concienciado

      Lo más visto