Mercedes-Benz ha iniciado la comercialización de la nueva e inédita Clase X, un pick-up que puede ser considerado el «pata negra» de este segmento, con el que la marca alemana mira también al mercado flotista, a pesar de colocar el nuevo modelo en una posición de precios elevada para este tipo de vehículos, catalogados inicialmente como profesionales.
La nueva Clase X de Mercedes-Benz, con un precio de partida que se fija en 37.122 euros, llega a un mercado pìck-up que ha sufrido especialmente la crisis económico, ya que antes de ella matriculaba por encima de las 15.000 unidades, para desplomarse a poco más de 4.000, aunque ya ha iniciado la recuperación.
En los diez primeros meses de 2017, este segmento de mercado ha matriculado 6.272 unidades, después de un mes de octubre que ha experimentado un crecimiento de los registros del 22,5%.
Del total de ventas, el 79,20% está firmado por clientes profesionales, de los que un 25% recurre al renting como fórmula de adquisición, en tanto el 20,8% está en manos de los clientes particulares.
En este escenario, Mercedes-Benz tratará de contar con una cuota inicial del 5% y moverse después en una horquilla hasta el 10%, ya que llega a este mercado como nueva marca y en su parte más alta, con un producto que sintoniza con el resto de los modelos del fabricante alemán, aunque la Clase X comparte bastidor y motores con el nuevo Nissan Navara, con el que marca diferencias sustanciales.
El Mercedes-Benz Clase X y el Nissan Navara se fabrican en la misma línea de producción, en la planta de la compañía japonesa en Barcelona, en la la Zona Franca.
Mercedes-Benz busca la clientela en el mundo profesional, en el dual (profesional y particular), entre los aventureros, los independientes y las familias, aunque será el mercado profesional el de mayor relevancia.
La Clase X comparte de Nissan, sin retocar, los propulsores diesel 2.2 del Navara en las versiones de 163 CV (220 d) y 190 CV (250 d), que son los propu
lsores ofrecidos en el lanzamiento comercial, a la espera de que en la primavera de 2018 sea incorporado a la gama el del diesel de seis cilindros (350 d) con 258 CV de potencia.
Mercedes-Benz ha introducido modificaciones significativas en suspensión, confort acústico y acabados, de modo que el eje delantero es de nuevo diseño, el trasero está rediseñado, las vías han sido ensanchadas en 7 centímetros cada una, los amortiguadores y muelles son específicos, las estabilizadoras son distintas, el ESP está ajustado a los requerimientos de la marca, los frenos especiales y la dirección también ha sido modificada.
Construida sobre un chasis rígido tipo escalera, la nueva Clase X dispone de un eje trasero multribrazo y un delantero con doble brazo oscilante, lo que unido al ajuste específico de muelles y amortiguadores proporciona un confort similar al de cualquier SUV de la marca.
El pick-up se ofrece de serie con tracción trasera y en opción, por 1.500 euros, la tracción integral, salvo las versiones 4MATIC, ésta específica de Mercedes-Benz y asociada a las versiones más altas y equipadas con la transmisión automática.
El Clase X con tracción integral es capaz de superar pendientes del 45%, inclinaciones laterales de 49 grados. La altura libre al suelo es de 221 milímetros, la capacidad de vadeo es de 60 centímetros y los ángulos de ataque y ventral son de 30,1 y 22 grados, en tanto el de salida es de 25,9 grados.
El Clase X, de 5,34 metros de longitud, se ofrece con los tres motores mencionados, combinados con transmisiones manual y automática y en combinación con tres acabados -Pure, Progressive y Power-.