La disminución de los accidentes será progresiva, ya que depende de su popularización en el parque de vehículos y del conocimiento que los usuarios tienen de ellos.
Así, en el año 2021 la reducción se prevé en un 5% y antes de la llegada del 2025 ya se alcanzara un porcentaje de reducción del 10% en el año 2028 se alanzará el 15%, y en el 2021 se habrán reducido en un 20% las reclamaciones a las compañías aseguradoras.
La mayor parte de esta reducción de la siniestralidad, prevista para el año 2035, será gracias a dos de las ayudas englobadas en los sistemas ADAS, el frenado autónomo de emergencia, con un 40%, y los asistentes de aparcamiento, con otro 40%, según los datos de este estudio difundido por la compañía Carglass.
El tercer sistema que más reducción de siniestros aportará son los asistentes de cambio y mantenimiento de carril, con un 10% del total en el año 2035, ya que gracias a ellos se evitarán muchas colisiones en vías rápidas por maniobras de cambio de carril sin señalizar. El 10% restante se reparte entre el control de crucero activo y el reconocimiento de peatones.
Englobados bajo las siglas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) estos sistemas van desde el frenado autónomo de emergencia con detección de peatones, la detección de ángulo muerto o el sistema de detección de fatiga, a la alerta de cambio involuntario y de carril, el mantenimiento activo en el carril, la alerta de tráfico trasero cruzado o el reconocimiento de señales de tráfico.
Los sistemas ADAS necesitan de “ojos” que vean todo lo que sucede alrededor del coche y recojan esa información, para luego actuar en consecuencia y ayudar al conductor a tomar decisiones con la mayor seguridad posible.
Esos “ojos” son diferentes sensores, cada uno de ellos con unas capacidades y limitaciones por su tecnología y naturaleza y sólo la combinación de la información aportada por todos ellos -denominada fusión de sensores- por parte del “cerebro” del automóvil, produce un reconocimiento fiable del entorno.
La inmensa mayoría de las cámaras de los sistemas ADAS están montadas en el parabrisas. Cuando se sustituye un parabrisas, hay que desmontar las cámaras del cristal roto y montarlos en el nuevo.
Una vez instalados, estos sistemas han de ser recalibrados para asegurar que funcionan con la máxima precisión y proporcionan la información correcta a los sistemas de seguridad, por lo que Carglass utiliza instrumentos de alta precisión y trabaja con técnicos altamente cualificados para calibrar estas cámaras.
Cuando se sustituye un parabrisas, ha de ser recalibrado por un especialista para asegurar que la cámara de los sistemas ADAS funciona con la máxima precisión y proporciona la información correcta a los sistemas de seguridad.