La Cámara de Concesionarios de Automóviles de China (CADCC, en sus siglas en inglés) ha solicitado a los fabricantes de vehículos del país que cesen en su actual política de envío masivo de vehículos a sus redes de venta, debido a que esta práctica está «dificultando la liquidez de los concesionarios, deteriorando su rentabilidad y obligando a algunos a cesar su actividad», según ha informado Reuters.
Este llamamiento se produce tras una reciente petición oficial del propio Gobierno chino para que el sector automovilístico ponga fin a la intensa guerra de precios que viene afectando al mercado desde hace meses.
CADCC ha expresado su «preocupación» por las condiciones «cada vez más duras» que atraviesan los concesionarios, especialmente desde el segundo trimestre del ejercicio actual, periodo desde el que se han intensificado con crudeza los descuentos y las promociones agresivas.
En su comunicado, la entidad sugiere que los fabricantes «adopten objetivos de producción y ventas más realistas» y que eviten forzar a los concesionarios a «almacenar grandes cantidades de vehículos». Asimismo, propone reducir los plazos de pago y pide que no se utilice el argumento de la «optimización de canales» como justificación para presionar a los concesionarios a abandonar la red.
Uno de los casos más recientes implica a un gran distribuidor de la marca china de vehículos BYD en la provincia de Shandong, que ha cesado operaciones en al menos 20 de sus establecimientos, según informaciones publicadas por diferentes medios de comunicación chinos locales.










