Los concesionarios españoles acumulan alrededor de 250.000 pedidos embalsados hasta final de año con motivo del retraso en la entrega de los vehículos provocado por la crisis de abastecimiento de microchips, según estimaciones de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).
La organización indicó que estos pedidos representan «ventas en firme» que se realizaron principalmente en el último trimestre del año, aunque señaló que estas no se convertirán en matriculaciones hasta los primeros meses de 2022.
Faconauto señaló que estos modelos, al matricularse el año que viene, se verán afectados por la subida del impuesto de matriculación que será efectiva desde el 1 de enero, cuando se revertirán los tramos vigentes desde el pasado mes de julio.
Desde la federación explicaron que los vehículos se encarecerán entre 800 y 1.000 euros de media con la entrada en vigor, efectiva desde el próximo 1 de enero de 2022, de la nueva tasa de matriculación.
Faconauto resaltó que en los últimos meses ha tratado de explicar al Gobierno a los partidos políticos esta situación «sobrevenida», subrayando la necesidad de poner en marcha una nueva prórroga en la aplicación de los nuevos tramos del impuesto de matriculación, que supondrá una subida de facto de los precios de los coches.
La organización apuntó que esa prórroga permitiría, de cara a 2022, «dar certidumbre al mercado y no lastrar aún más unas matriculaciones muy deprimidas principalmente por efecto de la citada crisis de los semiconductores y también por el impacto de la pandemia sobre la confianza de los consumidores».
El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, afirmó que la subida del impuesto de matriculación va a afectar sobre todo al ciudadano, que realiza un esfuerzo para cambiar de coche y que, por una situación ajena a él, verá encarecido su vehículo «injustamente».
«La nueva moratoria de la subida del impuesto de matriculación debería verse acompañada por otras medidas para regularizar la situación del mercado, ir cuanto antes hacia un nivel de matriculaciones más lógico para nuestro país y, de esa manera, no comprometer el empleo de toda la cadena de valor del automóvil», añadió Pérez.