La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) y Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) han instado al Gobierno a seguir los ejemplos de éxito de otros países, como Alemania o Países Bajos, y elaborar un plan nacional de despliegue de la infraestructura de recarga que asegure una ruta bien definida hasta el año 2030.
Según un estudio de T&E, la infraestructura de carga de vehículos eléctricos está creciendo en España, aunque no de una forma equitativa, ya que las provincias de Madrid y Barcelona, que suponen el 3% del territorio nacional, copan el 28% de los puntos desplegados en el país, al tiempo que la llamada «España vaciada» cuenta con un 15% de los cargadores.
«El despliegue de puntos de recarga en las grandes ciudades está siendo correcto, se necesitan objetivos provinciales para el desarrollo de la infraestructura de recarga para que España construya una red suficiente en consonancia con el número de vehículos eléctricos matriculados en cada una de las provincias», ha destacado la Federación en un comunicado.
El responsable del programa de electrificación de flotas en T&E, Óscar Pulido, ha apuntado a un plan que «se ajuste a la realidad española», debido a que por su topografía y su densidad de población, «España es diferente al resto de países europeos».
«Disponer de puntos de recarga en zonas de baja densidad de población y en especial en todas las principales carreteras del país es clave para facilitar los viajes fuera de las grandes ciudades, así como dar la posibilidad a empresas y profesionales a operar en esas zonas con vehículos eléctricos», ha asegurado Pulido.
Para 2030, España debe contar con un número de cargadores unas diez veces superior a la actual, mientras que para 2027 deberá duplicar las estaciones públicas de recarga, según el reglamento de la Unión Europea sobre Infraestructuras para Combustibles Alternativos (AFIR), que establece que unos objetivos para el parque de vehículos eléctricos y otro en distancia entre puntos de 60 kilómetros a lo largo de las principales carreteras europeas.
Para T&E, el objetivo de despliegue de infraestructura de recarga es «ambicioso pero factible», debido a la multiplicación por diez del número de cargadores desde 2020. Actualmente, España cuenta con 25.180 puntos en funcionamiento.
Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) a los que tuvo acceso Europa Press, España puso en funcionamiento 2.420 puntos de recarga durante el tercer trimestre del año, mientras que Alemania puso 31.846 instalaciones en el mismo periodo.
Además, el estudio señala que hay que tener en cuenta factores como el tipo de vivienda predominante en cada zona, debido a la diferencia entre el acceso a la recarga doméstica entre una vivienda individual y un bloque de pisos, o si estos tienen o no plaza de garaje, además de los territorios de alta afluencia turística y segundas residencias, en donde la cantidad de vehículos se multiplica durante algunos meses.
El responsable de transporte y movilidad de Ecodes, Cristian Quilez, ha concluido que los puntos de recarga se instalarán únicamente en lugares donde puedan generar un beneficio económico desde el primer momento si se deja el despliegue «en manos del mercado libre».
«El Gobierno nacional y los Gobiernos regionales, a través de la colaboración con el ecosistema económico y social, deben garantizar la cohesión social y vertebración territorial en la implementación de esta infraestructura a través de un mallado similar al de los surtidores actuales para vehículos de combustión fósil», ha añadido.