En España no existe obligación para una compañía, en la práctica, de presentar en tiempo y forma determinados el balance de cuentas económicas anual.
Es decir, sí lo hay, por supuesto: cada 31 de marzo, o lo que es lo mismo, tres meses después de cerrar un ejercicio, el administrador de una empresa debe formularlas cuentas correspondientes al año anterior.
El plazo se amplía en un mes, hasta el final de abril, paralegalizar el asiento contable global —el balance completo—. Y antes del último día de junio debe celebrar una Junta y aprobar esas cuentas, para ser depositadas en el Registro Mercantil en un plazo máximo de 30 días tras la Junta.
¿Qué ha ocurrido tradicionalmente tanto en el sector del automóvil como en tantos otros? Que al no existir sanciones específicas por no depositar los balances en tiempo y forma, cada cual se tomaba —y toma— los tiempos según su parecer.
Siendo una postura lícita, los nuevos tiempos requieren no sólo de nuevos modelos de negocio, sino también de nuevas maneras de mostrarse ante el público. Elementos como al Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y la transparencia corporativa han cobrado una relevancia crucial en los últimos años, y todas las empresas, desde las más grandes a las más pequeñas, son cada vez más conscientes de ello.
En el caso del sector de automoción, casi todas las grandes compañías que entroncan con el core business de la automoción han presentado y depositado ya sus cuentas correspondientes a 2014.
Cambio de chip total
No lo han hecho quizás con la celeridad debida en algunos casos —las cifras de algunas de las firmas no han podido ser incluidas en la infografía de esta información porque han asentado su depósito de cuentas bien entrado octubre—, pero es igualmente cierto que, comparado con los depósitos deotros ejercicios, el cambio de disposición hacia ellos es total.
Dentro de las políticas de Responsabilidad Social de las Empresas (RSE), un término que no lleva tantos años acuñado y puesto mejor o peor en práctica, el foco tradicional se ha puesto en el área social y de procedimiento, con una fuerte inercia hacia el apartado laboral o medioambiental.
Pero el componente de gestión económica es también trascendental.
Así lo manifiesta, por ejemplo, la Estrategia 2014-2020para empresas y Administraciones Públicas elaborada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Su leitmotiv se refiere en su comienzoal “cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes” de la empresa y en la hora de mantener un espíritu socialmente responsable.
En el momento de redactar esta información, y de la cadena principal de automovilísticas de España, únicamente Jaguar Land Rover y Volvo Car no habían depositado cuentas en el registro mercantil, aunque existe la posibilidad, menos probable, de que las hubieran depositado y no estuvieran publicadas por el canal oficial.
Tampoco las habían depositado de manera individual SsangYong España y B&M Automóviles España (distribuidora de Mitsubishi). Ambasson compañías participadas mayoritariamente por la sociedad Bergé Automoción, que sí consolida en sus cuentas la aportación en forma de resultado neto atribuido de las dos firmas de coches.
7.496 millones
SEAT continúa marcando el pulso de los ingresos de las firmas automovilísticas con presencia en España. El ejercicio pasado incrementó su facturación en un 15,8%, y situó el Ebitda (beneficio antes de pagar impuestos, intereses, depreciación y amortizaciones) de 178,6 millones de euros.
El resultado global de lo que aporta al sector de automoción, y únicamente a través de las firmas expuestas, las principales operadoras (no se exponen la aportación del canal de fabricación de componentes o la actividad de concesionarios y talleres, que supone miles de millones añadidos) proporciona una somera idea del volumen de ingresos y aportación que la rama automovilística efectúa en el corazón de la economía española.
Aparte de las firmas consignadas en la infografía de la derecha, Fleet People ha obtenido también, a través de informes proporcionados por Infoempresa.com, los detalles consolidados de BMW, Subaru, General Motors, Iveco y Suzuki.
De todo un poco
En el caso de General Motors España, uno de los fabricantes de mayor tamaño del país, la compañía sí depositó las cuentas correctamente, pero un par de defectos formales le obligaron a retrasar su consolidación, según explicaron fuentes de la compañía a este magazine.
La compañía elevó sus ingreso de un modo significativo en nuestro país en 2014, con un volumen de facturación de 3.798,7 millones de euros, un 19,5% más que en el ejercicio precedente. Un dato revelador reside en que sólo la diferencia positiva de ingresos del grupo el año pasado, 622 millones, superó la facturación anual de muchas de las principales distribuidoras de coches de España.
GM España concluyó el ejercicio con un resultado negativo de 40,1 millones de euros, respecto de los 39 millones de beneficio de 2013, debido a que estos últimos “incluían un resultado financiero muy favorable derivado de la venta de General Motors Manufacturing Poland, sociedad que estaba participada al 100%”, detallaron las mismas fuentes de la empresa.
De su lado, otra firma de automóviles significativa que opera en España, BMW Ibérica, que aglutina la actividad de venta de coches y motocicletasBMW y MINI —General Motors computa sus actividades comerciales y de fabricación de vehículos—, cerró 2014 con un alza del 7,5% en su beneficio, con 19,3 millones de euros, después de registrar unos ingresos de 1.190,5 millones, cerca de 178 millones más que en el año precedente.
100%
En realidad, el cambio en porcentaje es mucho más elevado. Nissan ganó 4,9 millones en 2014 respecto de 503.000 euros en 2013.
Iveco España, que cuenta con instalaciones productivas en la península, situó su volumen de ventas el ejercicio pasado en 2.158,5 millones de euros, una cantidad que también supuso un incremento en relación con sus cifras de 2013, que totalizaron 2.052,1 millones de euros.
El grupo sumó pérdidas anuales por valor de 101,9 millones de euros, comparadas con los 8,5 millones de resultado obtenido el año anterior.
Los datos de actividad de Suzuki Motor Ibérica en España deben ser interpretados, puesto que en 2014 absorbió la actividad de Suzuki Motor España, anotándose los resultados únicamente de los tres primeros meses del año en relación con todo 2013. SMI facturó 23,5 millones de euros, por tanto, el ejercicio pasado, respecto de 51,5 millones en todo 2013, y refirió unas pérdidas de 3,09 millones de euros comparadas con los 615.993 euros de ganancias de 2013.
Respecto de los ingresos de Subaru, se situaron en 27,6 millones, con un 6,7% de incremento en 2014.