El sector de automoción en Alemania atraviesa un cambio estructural que podría costar unos 190.000 empleos de aquí hasta 2035, según un informe del instituto Prognos que cita la patronal del sector automovilístico teutón, la asociación VDA.
El informe de Prognos detalla el impacto de esta transición sobre la fuerza laboral del país y señala el ajuste de las prioridades de una industria que ha disminuido su fuerza laboral en 75.000 empleos desde 2019, si bien «se han añadido 29.000 nuevos puestos en otras áreas».
De acuerdo con VDA, esta coyuntura «ilustra el rediseño en curso en la actividad y anticipa los desafíos futuros» de la automoción en Alemania.
El estudio apunta que el empleo relacionado con el sector metalúrgico de la industria de componentes local ha experimentado el mayor descenso desde 2019, al registrar 8.900 empleos menos, lo que representa una reducción del 16%, mientras que la ingeniería de automoción ha añadido 10.700 posiciones, con un incremento del 14%.
A pesar de estos cambios, «el balance de empleo sigue en retroceso», asegura VDA, que explica que las previsiones sugieren que esta tendencia a la baja en el empleo del sector persistirá y continuará afectando a gran parte de la fuerza laboral.
En este sentido, si la evolución laboral del sector de automoción registrada entre 2019 y 2023 se mantiene, la industria automotriz alemana podría perder 186.000 empleos hasta 2035 y en comparación con 2019, explica el informe de Prognos, que indica, precisamente, que en 2019 la fabricación de vehículos eléctricos aún era limitada y con una transformación industrial no plenamente activa.

Cambiar a coche eléctrico: pérdida de empleo
El cambio hacia sistemas de propulsión alternativos representa la causa principal de estas pérdidas de empleo, según detalla Prognos, ya que entre 2019 y 2023 han desparecido por esta causa 46.000 empleos en la industria automovilística alemana y se prevé que desaparezcan otros 140.000 hasta 2035.
«La magnitud real de este impacto permanece incierta, pues la escasez de trabajadores especializados en algunos sectores podría limitar el crecimiento en áreas que se espera adquieran mayor relevancia, mientras que el contexto regulatorio podría amplificar o, en su caso, atenuar estos efectos», señala VDA, de su lado, atendiendo al estudio.
“La transformación de nuestra industria es un desafío muy considerable”, ha asegurado sobre el impacto laboral al que apunta el estudio la presidenta de la Asociación de la Industria Automotriz Alemana (VDA), Hildegard Müller, quien ha resaltado que las empresas y sus trabajadores «mantienen el compromiso» con esta transición ecológica del motor alemán.
VDA destaca al respecto que los fabricantes y proveedores de automóviles y componentes alemanes prevén destinar una cifra de cerca de 280.000 millones de euros a investigación y desarrollo entre 2024 y 2028 y otros 130.000 millones a la reconversión de sus instalaciones.
El informe apunta también que la transición hacia la electromovilidad «generará un descenso en el empleo, aunque esto no implica necesariamente una crisis», sino lo que define como «una fase del cambio estructural».

Coste eléctrico, fiscal y burocracia
La presidenta de VDA, de su lado, ha asegurado en este apartado que el entorno regulatorio «resulta clave para respaldar este cambio, ya que determina si las inversiones futuras y la creación de empleos se desarrollarán en Alemania o se trasladarán al exterior».
Alemania se enfrenta a una «enorme presión», explica el informe en su apartado de conclusiones, ya que cuenta con hándicaps como un coste de la electricidad que hasta triplica el de competidores del país Estados Unidos o China, además de «altas cargas fiscales y burocráticas con las que debe lidiar» las empresas alemanas.
Sobre este particular, la propia VDA dispone de una encuesta de elaboración propia en la que se afirma que el 82% de las empresas de tamaño mediano del sector automovilístico en Alemania están posponiendo, trasladando o cancelando inversiones previstas en el país y que un 37% «planea mover estas inversiones» fuera del país en busca de mejores condiciones.
Para mantener la actividad y el empleo en Alemania, el informe considera que el país necesita «un entorno competitivo sustentado por políticas adecuadas» ya que, según la VDA, Alemania debe demostrar en la práctica que «no solo su pasado fue fructífero, sino que sigue siendo terreno viable para nuevas oportunidades y que atraiga inversión y talento».










