La industria automovilística italiana, capitalizada tradicionalmente por el negocio industrial del motor del grupo Fiat, hoy integrado en Stellantis, ha reducido sus volúmenes productivos en cerca de un millón de unidades anuales desde la década de los años Sesenta del siglo pasado y hasta los algo más de medio millón de vehículos ensamblados en el país el ejercicio pasado, de acuerdo con un estudio de la consultora Inovev al que ha accedido Fleet People.
Tras su arranque productivo a mediados del siglo pasado, con un volumen de unas 100.000 unidades anuales, Italia fue uno de los principales actores de la fabricación de vehículos entre 1950 y 1973, año este último que concluyó con 1,8 millones de vehículos construidos en sus factorías, cifra que situó a la región y a Fiat, su principal valedor, como la segunda potencia europea industrial en el ámbito del automóvil, solo por detrás de Alemania y su firma de bandera, Volkswagen.
No obstante, desde 1973 hasta 1985 las cifras de producción del país descendieron hasta un promedio de unos 1,4 millones de automóviles en base anual, si bien entre 1985 y 1989 los datos de la región transalpina aumentaron hasta los dos millones de vehículos ensamblados.
A partir de ese ejercicio, siempre de acuerdo con las cifras facilitadas por Inovev, los datos productivos de Italia han caído “en picado”, desde esos dos millones de unidades hasta apenas medio millón al finalizar el ejercicio pasado.
Traslados de producción y caída de ventas
Una de las claves que explica esta caída productiva se centra en el traslado de volúmenes productivos parciales desde Italia hasta países como Polonia y Serbia, a lo que se ha unido el cese comercial y productivo de modelos emblemáticos de Fiat, como el modelo Punto.
Además de ello, el paulatino retroceso en las entregas europeas de marcas como Alfa Romeo, Autobianchi y Lancia también son claves que explican la caída de los niveles de producción de Italia en las dos últimas décadas.
En la actualidad, únicamente Fiat produce vehículos en Italia, y la capacidad de producción de la mayoría de sus siete factorías se ha mantenido en niveles muy bajos.
El centro productivo de Stellantis en Pomigliano situó su producción en 170.000 unidadse el año pasado, teniendo capacidad para 200.000, en tanto que Melfi fabricó 160.000 unidades sobre un máximo de capacidad de 200.000 también; Mirafiori experimentó los segundos peores datos, con 60.000 unidades sobre un tope de 200.000, y Cassino el peor registro, con 45.000 igualmente sobre 200.000. Unas 35.000 unidades salieron, además, del centro de Grugliasco, con capacidad para 75.000 unidades.
Las dos únicas plantas con capacidades y volúmenes adecuados fueron Maranello, con 15.000 unidades de producción y capacidad máxima y Sant’Agata Bolognese, con unas cifras ligeramente inferiores, pero también saturando la fábrica.