La división financiera del grupo automovilístico, que aglutina todas las operaciones de crédito, incluidos los arrendamientos con clientes privados y corporativos, situó su beneficio antes de impuestos en 2.962 millones de euros durante el ejercicio pasado de 2023, lo que supuso un retroceso del 7,6% en comparación con los 3.205 millones que ganó en 2022.
Así lo ha anunciado la compañía en un comunicado en el que ha especificado que su resultado neto global disminuyó de modo considerable el ejercicio pasado y hasta 12.165 millones de euros, comparables con los 18.582 millones que obtuvo de ganancias netas en 2022.
BMW, que incluye las marcas BMW, MINI, Rolls-Royce y el área de motocicletas, comercializó en todos los países en los que trabaja 2,55 millones de vehículos, un 6,4% más, de los que 2,25 millones se correspondieron con la marca BMW, 295.358 unidades con MINI, 6.032 con modelos de Rolls-Royce y 209.066 motocicletas.
El beneficio antes de impuestos de su división de automoción fue especialmente positivo, con 18.482 millones de euros, un 32% más, mientras que la división de dos ruedas generó un resultado previo al pago de impuestos de 259 millones, un 22,1% más.
De su lado, los ingresos del gigante automovilístico bávaro ascendieron hasta 155.498 millones de euros, con un crecimiento del 9%, una cifra en la que contribuyó de forma notable el área de automoción, con 132.277 millones, un 7% más. Las motocicletas generaron una facturación de 3.214 millones de euros, un 1,2% más, y la división de servicios financieros situó sus ingresos en 36.227 millones de euros, con un incremento del 3,1%.
Hay que señalar que el componente de empleados de la compañía consiguió un nuevo récord en 2023, tras terminar el año con casi 155.000 trabajadores en el mundo y un crecimiento del 3,7%.