“A diferencia de la última renovación, hemos incorporado nuevos criterios con un objetivo claro: dotar el mejor vehículo en términos medioambientales acorde a los kilómetros y distancia que se van a realizar”. Son palabras de Tomás Pascual, el patrón del gigante español de los lácteos y derivados del mismo nombre.
Se refería, hace apenas unos meses, a los 600 vehículos Opel que han seleccionado como medio de transporte para los próximos años.
Todos Opel, y un 80% de ellos, 480 unidades, Opel Meriva con GLP (Gas licuado del Petróleo o autogás), que además se fabrica en España.
El GLP o autogás, que Opel incorpora en la mayoría de su gama, cuesta la mitad que un litro de gasolina —por eso es tan apto para el mercado de empresas y renting— y es el tipo de carburante alternativo a los tradicionales que más se usa en el mundo. Los modelos que lo usan, como el Meriva, utilizan un tanque para gasolina y otro para gas licuado, por lo que se puede funcionar con ambas opciones.
Este vehículo, del que la marca vendió en España unas 2.500 unidades en el canal de empresas, se hizo el año pasado con el galardón al mejor monovolumen pequeño en los premios de calidad de la consultora JDPower, que basa sus premios en encuestas de satisfacción al cliente a 18.000 usuarios.