Jaguar Land Rover ha bajado un 24,6% sus pérdidas netas hasta 829 millones de libras (973 millones de euros al cambio actual) en su año fiscal que abarca desde abril de 2021 a marzo de 2022, en comparación con los 1.100 millones de libras (1.291 millones de euros) que perdió en el ejercicio anterior.
«El entorno sigue siendo difícil a la vista de la escasez mundial de chips y otros retos. Sin embargo, me anima la fuerte demanda de nuestros productos por parte de los clientes, que se pone de manifiesto en una cartera de pedidos récord», ha comentado el consejero delegado de la empresa, Thierry Bolloré.
La compañía, propiedad del grupo indio Tata Motors, facturó 18.320 millones de libras (21.508 millones de euros) en su año fiscal, un 7,15% menos que los 19.731 millones de libras (23.162 millones de euros) que ingresó un año antes.
Además, las pérdidas antes de impuestos fueron de 455 millones de libras (534 millones de euros), un 47,15% menos en comparación con los 861 millones de libras (1.010 millones de euros) de ‘números rojos’ del año anterior.
La compañía entregó en todo el mundo 376.381 vehículos entre abril de 2021 y marzo de este año, lo que supone una disminución del 14,4%, mientras que el número de pedidos crece hasta un nuevo récord con 168.000 unidades a 31 de marzo de 2022.
De cara al año fiscal 2023, la compañía espera una mejora gradual de la escasez de semiconductores. Así, estima que los volúmenes mejorarán progresivamente a partir de entonces, y alcanzarán un margen operativo del 5% y un flujo de caja libre positivo de más de 1.000 millones de libras (1.173 millones de euros).
«Nuestros objetivos financieros a medio y largo plazo en el marco de la estrategia Reimagine, respaldada por el programa de transformación Refocus, permanecen inalterados, incluyendo la mejora de los márgenes operativos hasta el 10% o más para 2026 y la mejora del flujo de caja libre para alcanzar una deuda neta cercana a cero en el 2024», han señalado desde la compañía.