Los parisinos han votado a favor de triplicar las tarifas de aparcamiento para los vehículos más pesados que quieran dejar sus coches en los barrios del centro de París. Eso si, la medida, que entrará en vigor en septiembre, solo afectará a los visitantes, no a los residentes. Y tampoco distingue exactamente por tipo de combustión, solo por peso del vehículo.
La medida, que se ha aprobado por votación popular, en la que solo ha participado el 5,7% de los electores llamados a la consulta, está claramente dirigida a impedir la entrada de los vehículos SUV al centro de la ciudad.
Implica que estos vehículos pagarán 18 euros la hora de aparcamiento frente a los 6 euros del resto de los automóviles que decidan permanecer en la ciudad. Por seis horas de parking, el coste para un SUV ascendería a 225 euros, frente a los 75 de la tarificación normal, según la información cedida por el Ayuntamiento de París.
Sin embargo, no todos los SUV son igualmente voluminosos o contaminantes, ya que es un tipo de carrocería que ha invadido todos los segmentos de matriculación de turismos. De este modo, la medida discrimina por peso del vehículo.
La comunicación del Ayuntamiento parisino especifica que pagará hasta tres veces más por su estacionamiento los vehículos con motores de combustión (híbridos o no) que superen los 1.500 kg de peso. En el caso de los eléctricos, que pecan de sobrepeso, tendrán que asumir esta tasa todos aquellos coches eléctricos que superen los 2.000 kg.
El grupo de presión de los automovilistas «40 millones de automovilistas» lanzó una petición para apoyar la libertad de los conductores de utilizar el vehículo que quieran.
«Debemos oponernos firmemente a estos ataques a la libertad perseguidos con falsos pretextos verdes», afirmó el grupo. «Si no la detenemos ahora, esta rebelión injustificada liderada por una minoría ultraurbana y antiautomóvil se extenderá como gangrena a otras ciudades».