Hay que prestar atención. Y mucha. Los nuevos modelos de compartir coche son diferentes e interesantes en muchos casos, pero hay que saber diferenciar cada cosa. Y el eje fundamental de todo reside en el tipo de uso que se va a hacer del automóvil. Como Uber.
Esto es, de si hay lucro por parte del conductor y éste no lo ha advertido a su compañía de seguros previamente. Y hay que prestar atención, sobre todo, porque la aseguradora, en caso de siniestro, no va a actuar contra la plataforma anunciante —por ejemplo, en el caso de Uber—, sino contra el tomador del seguro si no ha efectuado esa notificación previa y está transportando a personas.
Las aseguradoras entienden que no es lo mismo un uso personal que uno profesional: el riesgo asumido es mayor
¿Por qué? Las aseguradoras entienden que no es lo mismo un uso personal que uno profesional: el riesgo asumido es mayor, y por lo tanto la póliza debe ser diferente.
Fórmulas como BlaBlacar son diferentes, pero en todo caso las aseguradoras recomiendan consultar antes de formar parte de este colectivo, porque actualmente pocos o ningún seguro contempla esta actividad y su uso modifica, en un sentido o en el otro, las condiciones originales de la póliza suscrita.