El presidente de Ford Europa y director de Transformación y Calidad, Stuart Rowley, ha anunciado que Almussafes ha sido la fábrica elegida para la fabricación de la nueva generación de vehículos eléctricos en Europa, a partir de «más tarde en esta década» (a mediados).
En rueda de prensa para anunciar la decisión de la compañía, el directivo ha indicado que esta adjudicación se ha llevado a cabo tras un «complejo» proceso en el que han atendido criterios «estratégicos, técnicos y financieros».
El máximo responsable de Ford en Europa ha resaltado la «transparencia y claridad» con la que se ha tomado la decisión por parte de la empresa y ha subrayado las largas consultas con ambas partes durante cerca de seis meses.
Asimismo, Rowley ha reiterado, como ya avanzó en mayo, que los «próximos pasos» serán, no obstante, «reestructurar» las fábricas de Almussafes y Saarlouis, ya que ha explicado que el proceso para la producción de vehículos eléctricos requiere «menos empleados» que la fabricación de un modelo al uso.
Respecto a la situación de Saarlouis cuando, a partir de 2025, cese la producción del modelo Focus, ha explicado que se ha abierto un proceso para buscar «nuevas oportunidades» para la planta alemana y ha confirmado que, en la actualidad, no existe un plan industrial para dicha factoría más allá de esa fecha.
En cuanto a sus previsiones para el suministro de baterías de la fábrica de Almussafes, Rowley ha evitado precisar qué proveedores se barajan, pero ha señalado que hay varias «potenciales fuentes» y que la firma intentará «suministrarse domésticamente desde Europa» de estos componentes.
Sobre si las diferencias entre los costes de energía han jugado algún papel en la decisión, el responsable de la compañía ha indicado que no se ha tenido en cuenta en el proceso de selección la actual crisis de precios y ha remarcado que Ford invertirá en impulsar las energías verdes en todas las instalaciones de la multinacional a lo largo de todas sus localizaciones.