La marca Ford, a través de su proyecto E-Self, está probando una tecnología de conducción automatizada que permite a los vehículos salir solos de la cadena de montaje, desplazarse de forma autónoma hasta los puntos de prueba final y recargarse antes de estacionarse a sí mismos.
La nueva tecnología, basada en los avances de la inteligencia artificial (IA), permitirá a los vehículos salir de la línea de montaje sin un conductor al volante, con sensores que detectan riesgos en el recorrido (como personas y otros automóviles). El sistema se probará durante los próximos dos años y medio.
El proyecto se ha ejecutado en colaboración con el Instituto de Ingeniería de Automoción de la Universidad Técnica de Braunschweig (Alemania) y Kopernikus Automotive, y ha contado con una subvención de dos millones de euros procedente del Ministerio Federal de Economía y Protección del Medioambiente alemán.
Esta tecnología de inteligencia artificial se utilizará en el nuevo Centro de Vehículos Eléctricos que Ford va a abrir en Colonia (Alemania) y que comenzará a operar este año, tras una inversión de 2.000 millones de dólares (1.815 millones de euros).
«Ford está reinventando su cartera de vehículos en Europa, y estudiar cómo producir los nuevos vehículos eléctricos es una parte integral de ese proceso», ha afirmado el jefe de proyecto de Ford, Frank Schwarz. «La introducción de la tecnología de autónoma en la línea de montaje podría impulsar su eficiencia y seguridad, al tiempo que permitiría a los empleados centrarse en las tareas clave», ha destacado.
Para 2026, Ford prevé vender anualmente 600.000 vehículos eléctricos en Europa, y la compañía se ha comprometido a disponer de una gama de turismos totalmente eléctricos antes de 2030.