
Flotas europeas de automóviles: Ventas, a la expectativa en 2020
Alemania y Francia trabajan razonablemente bien, pero el resto del ‘Big Five’ necesita un pequeño empujón para salvar algo el mercado corporativo de 2020

Alemania y Francia trabajan razonablemente bien, pero el resto del ‘Big Five’ necesita un pequeño empujón para salvar algo el mercado corporativo de 2020
Las flotas europeas de automóviles están sobrellevando la crisis del coronavirus con toda la cautela posible y marcando, en líneas generales, un mejor tono si se comparan sus resultados con el del resto del mercado de automoción.
Los diferentes paquetes de estímulos que han avanzado las grandes potencias del continente han conseguido mitigar los efectos de covid-19. Hay que decir que la influencia de las medidas no ha sido enorme, pero todo tiene su explicación.
En tiempos pasados, los incentivos de los Gobiernos se centraban exclusivamente en un interés por achatarrar vehículos viejos y renovar el parque automovilístico.
En la actualidad, ese espíritu sigue, desde luego, vigente, pero el cambio de chip que ha experimentado la sociedad hacia un modelo de vida más sostenible ha empujado a los Ejecutivos de todas las naciones europeas a impulsar medidas de estímulo ligadas, fundamentalmente, a la renovación del parque viejo por automóviles que contengan un alto contenido de respeto hacia el medio ambiente.
Vehículos eléctricos e híbridos enchufables acaparan los mayores gruesos en las ayudas concedidas por los Gobiernos, lo que se traduce, en la práctica, en una reducción de la base de cierta consideración.
Hay que tener en cuenta que los automóviles libres de emisiones son, todavía, un bien de consumo no del todo asequible para una gran mayoría de la población. El hecho de que se incentive su compra no es, exactamente, un acicate en sí mismo que pueda dar la vuelta a un mercado del automóvil. Y mucho menos en España, por ejemplo, donde el coche eléctrico no suma ni el 5% de las ventas.
Esta explicación trataba de poner en contexto las grande cifras de las flotas europeas. Unos datos, por cierto, obtenidos por Fleet People en exclusiva a través de las diferentes asociaciones y países y que no se publican de modo agrupado ni individual con carácter mensual.
Por eso observarán en los pies de nota de las infografías que acompañan esta información diferentes salvedades que aproximan el tipo de venta realizada, aunque esta siempre tenga un componente corporativo y nunca privado.
El sector corporativo europeo lo mantienen con gran vivacidad y durante los tres primeros trimestres del ejercicio actual Alemania y Francia, lo cual no deja de ser una buena noticia. Ya saben que si Alemania funciona, el resto de Europa también lo hace.
Si son Alemania y Francia quienes tiran del carro, mejor que mejor. Esto se debe a que Alemania trabaja como la locomotora natural de la economía del continente. Pero Francia, no podemos olvidarlo, es la cuna del renting, donde se ubican las sedes de dos de los grandes gigantes del sector: Arval y ALD Automotive.
Las ventas de automóviles de empresa en el país teutón no han hecho sino mejorar desde el pasado mes de abril, el pico de caída de la pandemia.
Fundamentalmente se debe a la confianza que despierta la canciller Angela Merkel en empresas y consumidores privados, y después de anunciar una reducción en el IVA de tres puntos en la hora de comprar un automóvil —independientemente de la tecnología que utilice— ayudas directas de 6.000 euros para comprar coches eléctricos, que se traducen, en la realidad, en 9.000 euros ya que el fabricante de vehículos debe aportar esa cantidad de modo obligatorio.
Con un avance del Producto Interior Bruto (PIB) del 8,2% en el tercer trimestre, un dato sumamente revelador, la previsión del Gobierno alemán ha sido muy práctica en el sentido de que ha dado un caramelo al cliente general de vehículos que usa gasolina o diésel, bajando tres puntos el gravamen de la compra de automóviles, y de paso ha aportado un suculento apoyo a los eléctricos, y además a los de precios más reducidos —solo se puede optar al incentivo en eléctricos de menos de 40.000 euros—.
Durante los tres primeros trimestres del ejercicio actual, el mercado de flotas alemán suma 1,29 millones de unidades matriculadas y después de dar una gran noticia en septiembre, creciendo un 4%, de acuerdo con las cifras obtenidas por Fleet People.
El acumulado hasta septiembre representa un descenso del 26,6% en comparación con los nueve primeros meses de 2019. La visión más agradable se produce cuando se puede comprobar cómo los datos mensuales mejoran mes a mes. En mayo, el retroceso se acercaba al 40%; en julio se situó en el 30% y en septiembre discurría camino del 20%. Buen síntoma.
El statu quo de Alemania es clave para entender un futuro a corto plazo de las flotas de vehículos que puede situarse cuando concluya el ejercicio en un retroceso estimado del 23% adicional respecto de las previsiones para el ejercicio completo que se efectuaron antes de que aconteciera covid-19.
Así lo entiende la consultora Dataforce, que explica a esta publicación que con anterioridad al a pandemia ya se manejaban unas previsiones de cierto descenso para el ejercicio completo.
Benjamin Kibies, analista sénior de Dataforce, subraya a Fleet People que los canales de flotas se han comportado mejor que el resto de actividades de automoción porque “la mayoría de las empresas necesitan sus vehículos como parte esencial de sus operaciones diarias. Y si el vehículo es parte de un salario en especie, no se puede retirar fácilmente. Otra circunstancia que influye en el mejor funcionamiento de las flotas es que las empresas continúan en una línea de compra de coches nuevos, mientras que los clientes privados son más proclives a pasarse al coche usado cuando la situación es más difícil”, explica.
En conjunto, la firma apunta hacia una caída global del mercado de flotas del ‘Big Five’, incluyendo dos países importantes como Holanda y Bélgica, cifrable en un 22% cuando termine este año y en comparación con 2019.
Francia es otro de los puntales continentales de flotas, y es la que más ha apostado por el canal de vehículos eléctricos en sus fondos de ayudas, facilitando incentivos de hasta 12.000 euros para todo vehículo que pueda cubrir un mínimo de 50 kilómetros en modo cien por cien libre de emisiones.
Durante los nueve primeros meses del año ha reducido su mercado un 21%, pero en septiembre pasado se marcó un crecimiento más que interesante del 9% en sus entregas de vehículos a Administraciones Públicas, empresas y en renting y leasing.
Además de ello, el país facilitó recientemente los datos de octubre —no se reflejan en los gráficos de este reportaje—, con un leve descenso del 3% y más de 81.000 vehículos vendidos en clave corporativa, que en los 10 meses del año y hasta octubre alcanzan 592.000 unidades, un 19% menos.
En octubre ya se hacía notar el efecto de una segunda ola de la pandemia que, eso sí y como marcan todos los expertos, puede que sea dura, pero en ningún aso tan nefasta como lo fue el periodo de marzo, abril y mayo pasados.
“La segunda ola no será comparable al de la primavera. Aunque estemos en el medio de la segunda [las preguntas al consultor se realizan en octubre], un segundo cierre sería mucho más negativo para la economía que el primero. Pienso que los Gobiernos han aprendido la lección y están tomando medidas más localizadas y focalizadas con el fin de mantener la mayor parte de la economía arriba y funcionando”, apunta Benjamin Kibies, quien pronostica un mercado de flotas, también para 2021, “bastante por debajo del obtenido en 2019”.
Para el resto de las principales economías de Europa, incluyendo a España, Italia y Reino Unido —aunque esta última quizás deba contarse aparte—, la tónica del universo flotero es algo más negativo debido a que se está recuperando con más lentitud, cuando no con muchas dificultades, como es el caso de Reino Unido.
Esta última región, tradicionalmente una de las locomotoras del mercado de empresas continental, ha sufrido un fuerte retroceso derivado de covid-19 y que ha hundido sus cifra a prácticamente la mitad respecto de sus registros habituales.
Hasta septiembre se han vendido en la zona unas 650.000 unidades, un dato que queda enormemente alejado del más de un millón de unidades vendidas en el mismo periodo del año pasado.
Italia ha consignado más de 8.000 euros para incentivar la compra de coches eléctricos, pero este hecho no ha supuesto una recuperación de su mercado, que acumula un descenso de más del 40% en el ámbito de empresas, así como en España, que desciende en cifras similares hasta septiembre.
Eso sí, con una puntualización de última hora y que ha pasado un tanto desapercibida. España, que anunció hace meses que daría hasta 3.500 euros a las empresas que renovaran sus flotas de vehículos, ha marcado en octubre pasado un crecimiento del 11% en las compras de vehículos efectuadas de modo directo por empresas.
¿Brotes verdes? Lo veremos.