El grupo automovilístico Fiat Chrysler Automobiles (FCA) ha firmado la operación del año en el boyante negocio de las licencias de alquiler de vehículo con conductor (VTC) en España, lo que le permitirá colocar mil unidades del Fiat Tipo propulsado por gas licuado del petróleo a diferentes operadores de este tipo de autorizaciones y con destino a los dos principales operadores del sector, Uber y Cabify.
La operación, según pudo saber Fleet People, ha permitido ya que estén rodando 400 unidades del Tipo de cinco puertas con las plataformas de Uber y Cabify, a la espera de que próximamente se incorporen otras 600 unidades más del mismo modelo.
No obstante, y según las fuentes consultadas por Fleet People, las mil unidades negociadas por el grupo FCA, financiadas básicamente por un pool de entidades financieras cuyo grueso principal recae en la figura de Leasys (el brazo de renting del grupo FCA en España) e Ibercaja, que cuenta con bastante presencia crediticia en el negocio de las VTC, podrían duplicarse hasta 2.000 unidades.
“Es un extremo que se está negociando todavía”, indicaron las fuentes consultadas.
Las mil unidades cerradas por Fiat representan la operación más grande que atraviesa ahora mismo el convulso negocio de licencias VTC, una cantidad a la que únicamente se acerca la marca Skoda, muy presente también en los últimos tiempos en Uber y Cabify a través de las empresas concesionarias de licencias VTC.
En este momento y ejercicio actual, Skoda tendría cerradas también unas 700 ventas de su modelo Superb en el negocio, de acuerdo con datos obtenidos por Fleet People.
En la actualidad existen en España un total de 6.700 licencias VTC que pueden operar activamente, de las que cerca de 2.700 están radicadas en Madrid, 1.100 en Andalucía, 850 en Cataluña, Castilla y León con 300, baleares con 220, Aragón con 180, Murcia con 120, Asturias y País Vasco (100) y Navarra con unas 50.
A comienzos del mes pasado, el Tribunal Supremo dictó en una sentencia a favor de la limitación del número de licencias VTC en una proporción de una por cada 30 de taxi, en aras “del equilibrio entre las modalidades de transporte urbano”, según consta en la sentencia.
Hasta que se produjo la decisión del Supremo, existían en España unas 30.000 licencias de VTC pendientes de aprobación y solicitadas desde 2015 por diferentes empresas del sector del transporte.