El fabricante de automóviles Fiat se acaba de estrenar en el universo eléctrico, y lo ha hecho con una edición de cero emisiones de su modelo más emblemático, el utilitario 500 eléctrico, que cuenta con dos opciones que permiten recorrer 185 o 320 kilómetros de un modo cien por cien sostenible.
Conducir este vehículo por la ciudad, tal y como hemos podido comprobar en Fleet People, proporciona un sano ejercicio de tranquilidad y comodidad al autónomo cuya labor diaria gira alrededor del movimiento de las calles.
Este automóvil no está pensado para labores puramente comerciales, pero encierra un componente neto de representación. Estamos hablando de un coche icónico que atrae miradas y que con la propulsión eléctrica gana muchos enteros y muchos potenciales compradores en el campo de los profesionales liberales.
A este vehículo se puede acceder desde una cuota mensual de 109€ para la opción de acceso Action, de 14€ mensuales para la versión intermedia Passion y de 199€ para el modelo Icon
Con el 500 eléctrico, que cuando se arranca emite la melodía del filme Amarcord de Federico Fellini durante cuatro segundos —nos encantan este tipo de detalles—, se puede circular como promedio durante unos tres días sin necesidad de recargar el vehículo.
Tenga en cuenta que la inmensa mayoría de los usuarios de automóviles con cero emisiones no los utilizan durante más de 50 kilómetros diarios. No obstante, el 500 se puede cargar en casa con una toma doméstica de 2,3 kilovatios, con una duración de unas nueve horas, pero si cuenta con un wallbox de 3,7 o de 7,4 kilovatios, este proceso se recorta hasta cuatro horas o menos.
La maniobrabilidad es fantástica por ciudad, y se puede aparcar en cualquier sitio sin rascarse el bolsillo gracias a su etiqueta Cero, un detalle que no es poco, en sí mismo, pero al que además se le suma, bajo nuestro criterio, ese extra antiestrés que supone moverse por donde uno quiera, como quiera y estacionando con discrecionalidad propia, no impuesta. No es este un aspecto sin importancia.
Modos de utilización del 500 eléctrico
Este utilitario compacto cuenta con tres modos de funcionamiento básicos.
Normal, que hace honor a su nombre, Range, bajo la que se activa la retención de la frenada regenerativa —impacta un poco al principio, pero es efectiva y fácil acostumbrarse a su funcionamiento—; Sherpa, que debemos accionar si estamos reduciendo mucho la batería y con el que se eliminan varios elementos no básicos para maximizar el uso de la electricidad y, por último, Turtle, que desconecta lo no esencial para optimizar la llegada del conductor a destino o punto de recarga.
Funciona cuando queda una autonomía de 24 kilómetros.
Desde el punto de vista de las soluciones tecnológicas, el 500 eléctrico supone un paso adelante. Dispone de una pantalla central que gestiona todo lo relacionado con el multimedia, y todo, nunca mejor dicho, se activa a través de nuestro móvil. Es bastante sencillo e intuitivo. Otro elemento que convence por completo es el sistema de transmisión. No lleva caja de cambios convencional, sino un dispositivo de accionamiento automático de teclas.
Y, para los fans incondicionales de las propuestas diferenciales, el 500 sostenible aporta tiradores de puerta electrónicos que se activan al acercarnos al vehículo —no hace falta llave— y que, en el interior, funcionan con un botón accionable. El cargador y freno electrónico, además del sistema de iluminación full-led, también es de serie desde la versión inicial de este modelo.
A este vehículo se puede acceder desde una cuota mensual de 109 euros para la opción de acceso Action (entrada de 4.954 euros), de 149 euros mensuales para la versión intermedia Passion y de 199 euros para el modelo Icon, que cuenta con el equipamiento más completo.