La Comisión Europea ha propuesto que se exija el precableado para la instalación de recarga privados de vehículos eléctricos, lo que supone casi el 90% de las recargas, en los nuevos edificios y en los que se realicen grandes reformas.
Transport & Environment (T&E), sin embargo, advierte en un comunicado de que no se debe dejar de lado a la gran mayoría de los ciudadanos que viven y trabajan en edificios existentes, donde no hay ningún requisito.
Asimismo, los edificios no residenciales nuevos y renovados, como las oficinas y los comercios, también deberán estar equipados con un número mínimo de puntos de recarga instalados, según la nueva propuesta de Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD).
T&E afirma que las propuestas de Bruselas sobre el «derecho a enchufar» para dar a los conductores una base legal para instalar un cargador podrían ayudar a reducir los procedimientos administrativos en los Estados miembros, pero apunta que habría que concretarlas. Desde la asociación entienden que debería haber un tiempo máximo de espera entre la solicitud de permiso y la instalación de un punto de recarga privado.
La propuesta está pendiente todavía de debate por parte de los eurodiputados y los gobiernos de la Unión Europea.
«Si esperamos que los conductores se decanten por la electricidad, debemos eliminar las barreras a la recarga en el lugar donde se produce la mayor parte, en el hogar y en el trabajo», explica el responsable de la política de vehículos de T&E, Fabian Sperka.
«Exigir el precableado en las nuevas construcciones o en las grandes reformas solo limita el despliegue de la recarga a la pequeña parte del parque de edificios que se construye cada año. Solo el 1% de los edificios existentes se renueva ampliamente cada año», añade.