Transport & Environment (T&E) ha celebrado el respaldo que ha recibido en el Parlamento Europeo la directiva europea relativa a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos (AFIR, por sus siglas en inglés), que aspira a crear unos objetivos vinculantes para todos los países de la Unión Europea (UE) en cuanto a la cantidad de puntos de recarga eléctrica en las carreteras de cada país del bloque.
En concreto, prevé establecer una cobertura mínima de la infraestructura de recarga que fija en 60 kilómetros la distancia máxima entre estaciones en ambos sentidos de la carretera, además de que los puntos de recarga de acceso público destinados a vehículos ligeros tengan «suficiente potencia disponible».
«El Parlamento Europeo ha respaldado los objetivos de carga de automóviles eléctricos que, si los Gobiernos los aceptan, garantizarían que los conductores puedan recargar (vehículos eléctricos) públicamente en todos los rincones de Europa para 2025 a más tardar», ha destacado la organización.
T&E ha destacado que los conductores pueden «encontrar fácilmente» estaciones de carga eléctrica en Europa central y oriental y que el objetivo de la directiva es que haya «objetivos más exigentes» en los países con baja adopción de vehículos eléctricos.
En esa línea se ha posicionado también la eurodiputada de Ciudadanos Susana Solís, que ha valorado en declaraciones a Europa Press que la normativa sigue la dirección «adecuada», aunque ha matizado que no se pueden «obviar los retos que traerá la electrificación en la capacidad de la red, la inversión en gigafactorías que puedan competir con potencias extranjeras o la reducción en materias críticas».
T&E también ha hecho hincapié en que la directiva que se ha votado este miércoles facilitará la creación de «muchos puntos de carga» para vehículos pesados eléctricos.
«Los países de la UE deberían tener una capacidad de carga de 2.000 kilovatios cada 60 kilómetros a lo largo de las principales rutas de transporte del bloque en 2025, aumentando a 5.000 kilovatios en 2030. A partir de 2030, los objetivos se aplicarán a toda la red y los vehículos pesados podrán recargar completamente durante un descanso obligatorio del conductor», ha añadido.
En esa línea, para 2027 el Parlamento quiere una infraestructura de repostaje de camiones de hidrógeno cada 100 kilómetros a lo largo de la red y T&E ha celebrado que los eurodiputados no eliminasen la propuesta de la Comisión Europea de una red de reabastecimiento de gas natural licuado (GNL) en las rutas principales para 2025.
«Durante años, la ansiedad por la infraestructura ha frenado la electrificación del transporte por carretera. Esta ley debería calmar cualquier temor y garantizar que la carga siempre se mantenga al ritmo de los vehículos eléctricos en la carretera», ha valorado el responsable del área de política de vehículos eléctricos de T&E, Fabian Sperka.
«Todos, desde los fabricantes hasta los transportistas, dicen que los camiones de cero emisiones necesitan una infraestructura de carga para prosperar. Los eurodiputados están respondiendo a su llamado respaldando objetivos para una red integral de estaciones de recarga. El Parlamento debe defender los camiones ecológicos en las negociaciones con los Gobiernos, que solo quieren una fracción de la red», ha añadido.
De hecho, Solís ha considerado que la directiva respaldada este miércoles en el Parlamento Europeo es una «buena base de negociación» con el Consejo Europeo, el cual ha considerado que tiene una «postura demasiado tibia y que no va a ayudar de ninguna manera al desarrollo de la movilidad sostenible».