Acertar a distinguir al nuevo James Bond encarnado por Daniel Craig de entre cualquiera de los múltiples espías que asolan las salas de cines actuales no sería tan fácil si no se pusiera el apelativo ‘James Bond’ al lado de la foto del actor. Eso no ocurría con la mayoría de los anteriores Bond de la saga —con la salvedad de George Lazenby y Timothy Dalton—. Al Bond actual, que en estos días muestra al gran público su nueva entrega, Spectre, ya no se le distingue porque de un modo tan silencioso como rotundo el marketing global ha esquilmado su esencia y personalidad hasta límites insospechados. El Bond 3.0 se enamora, llora, conduce un Ford y dentro de poco, esperemos que no, lucirá un Apple Watch en la muñeca. Afortunadamente, el reloj es de los pocos elementos que han mantenido intacta la esencia del espía más famoso de la historia del cine. Rolex, Breitling, Hamilton, Tag Heuer, Seiko y Omega han sido los proveedores de relojes de Bond en las diferentes películas que ha protagonizado. Firmas de primer nivel, al fin y al cabo. El Rolex Submariner debutó oficialmente en 1954, y ese modelo, en su versión actualizada, fue el que llevó en la muñeca Sean Connery en la primera entrega de James Bond, Dr No (1962, Terence Young). Rolex ha estado presente en nueve de las 21 películas oficiales de la saga.