Coja una cazuela de barro de las de Pereruela y empiece a añadir ingredientes. Un mucho de Donald Trump imponiendo aranceles a los productos chinos, con la correspondiente respuesta a la inversa del gigante asiático. Un poco de caldo de Brexit, que todavía no sabemos si será picante en forma de ruptura dura entre la UE y Reino Unido; o suave, favoreciendo los acuerdos comerciales entre ambas partes.
Se adereza con especias de WLTP, los nuevos test de homologación de emisiones que entraron en vigor en Europa el 1 de septiembre y que están haciendo sufrir al todopoderoso grupo Volkswagen para homologar sus casi infinitas combinaciones de motores y versiones.
Y se remata todo con una pizca de sal en forma de cambios de Gobiernos en todo el mundo con una deriva proteccionista y populista; o relevos inesperados como el ocurrido en España antes del verano.
¡Eh voilà! Ya tiene usted su guiso de la incertidumbre en el sector de automoción en el ámbito mundial. Porque aun a riesgo de ser cansinos, hemos de recordar a nuestros dirigentes que la renovación de una flota de vehículos o la compra de un coche es una inversión o coste que necesita de un profundo análisis para empresas y desembolso para los particulares. Y el dinero es miedoso por naturaleza: su aversión al riesgo es comparable al pánico que sufre un madridista cuando ve llegar a Leo Messi sólo ante Keylor Navas.
Pues bien, septiembre por todos los motivos mencionados anteriormente ha supuesto un paso atrás en las ventas en las tres principales regiones por ventas de automóviles del mundo. Especialmente preocupante es la situación en China.
Está lejos, sí; pero sus yuanes y sus decisiones políticas marcan tendencia en el sector. Más que la guerra arancelaria con el inquilino de la Casa Blanca, en China han saltado las alarmas porque lleva tres meses consecutivos de caídas con respecto a esos mismos tres meses del año anterior. En los últimos 20 años, sólo en el mes de enero de 2012 retrocedieron las ventas, ¡y fue porque empalmaron la Navidad con el Año Nuevo Chino! En julio, las ventas cayeron un 4%, en agosto, un 3,8% menos, y, en septiembre, un 12%, según los datos de CAAM, la asociación de fabricantes chinos.
No obstante en lo que va de año en China se han matriculado 20,49 millones de vehículos, un 1,5% más.
Es y seguirá siendo el primer mercado mundial. Y la gran esperanza para los principales fabricantes occidentales para dar el espaldarazo mundial al vehículo eléctrico. En los últimos años, los grupos automovilísticos europeos han invertido 21.000 millones en esta tecnología en China, por los apenas 3.200 millones que metieron en Europa.
Estados Unidos, Europa
Porque el Gobierno chino con sus medidas anticongestión en las grandes ciudades ha provocado que se retraigan las compras y que haya una deriva hacia el vehículo limpio. A lo que hay que sumar la subida de la gasolina por mayores impuestos.
En EEUU, segundo mercado mundial, las ventas retrocedieron en septiembre un 5%, ligeramente menos del 7% previsto por los analistas. Las caídas fueron generalizadas entre las grandes: Ford, un 11,3%; General Motors, un 15,8%; Honda, un 7%,; Toyota, un 10,9% y Nissan, un 12,2%. Sin embargo, los analistas achacan esta fuerte caída de hasta el 20% en turismos porque en septiembre del año pasado se realizaron muchas compras para sustituir los turismos que se llevó el huracán Hurvey.
Sin embargo, el mercado de pick-ups y vehículos ligeros creció un 2,2% en septiembre, un segmento muy importante en EEUU. Con todo, las perspectivas para el año de ligera mejora con respecto al año pasado.
En principio el segundo semestre será peor. Primero porque ya se ha diluido el efecto fiscal favorable a la compra de vehículos nuevos introducido por Trump en la primera parte del año. Y segundo, y estrechamente relacionado, porque esa fiscalidad ha adelantado compras. Aún así, en términos de proyección internanual con los datos de septiembre se superarían los 18,2 millones de vehículos. Ahora bien, las cifras más realistas se fijan en el entorno de los 17,5 y 17,8 millones para 2018.
Según la American Automobile Association (AAA) contribuirá a tener un mejor final de año el acuerdo alcanzado entre EEUU, Canadá y México para dar continuidad aunque con modificaciones al antiguo NAFTA, que ahora se llama TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte).
Y por último, Europa, donde son los dirigentes políticos y sus decisiones la mayor amenaza para la estabilidad de las economías y de los mercados.
En septiembre, se vendieron en la Unión Europea 1,09 millones de coches nuevos, lo que supone una caída del 23,5%, según ACEA, la asociación europea de constructores.
Eso sí, aquí el batacazo deriva de la entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones WLTP el 1 de septiembre pasado. A partir de esa fecha, si un vehículo no está certificado por el nuevo procedimiento no se puede comercializar en la UE, aunque las autoridades comunitarias permiten un 10% más sobre las ventas de cada marca en 2017 para que se deshagan del stock.
Por eso las ventas en la región crecieron un 31,2% en agosto.
Al igual que las medidas fiscales favorables en EEUU, los descuentos ofrecidos por las marcas hicieron que se batieran récords de contratos proforma y de ventas a particulares en el mes estival por excelencia. Lo que ha ahondado en el batacazo de septiembre. Que para muchos se prolongará en octubre y no será hasta los dos últimos meses del año, justo en los que nos encontramos en este momento, en los que el mercado vuelva a la senda positiva.
Pero hay un grave problema añadido, clave en el guiso de la incertidumbre para que sepa bien a duda, que es el Brexit. El punto neutro en el que se encuentran las negociaciones entre la UE y Reino Unido no es positivo, teniendo en cuenta que la salida efectiva de los británicos del mercado común sería el próximo 31 de marzo. El mercado de Reino Unido, segundo por importancia de la región por detrás de Alemania, cayó en septiembre un 20,5% hasta 338.834 unidades. Lo peor es que en el acumulado hasta septiembre las ventas ceden un 7,5% hasta 1,91 millones. Se han dejado de comercializar en los tres primeros trimestres más de 155.000 coches.
El dilema británico
Los fabricantes europeos no paran de pedir por activa y por pasiva, tanto sus máximos dirigentes como a través de ACEA que los políticos negocien acuerdos comerciales, un Brexit blando. El último en ser muy explícito en declaraciones a la BBC británica fue Steven Armstrong, responsable de Ford en Europa: “Si hay un Brexit duro nos replantearemos las inversiones en Reino Unido”. La marca del óvalo va a reestructurar sus producciones en Europa tanto por el problema británico como por el sobrecoste acarreado por el WLTP.
El fabricante japonés Honda ya ha dicho que si se encarecen los vehículos un 10%, no le cuadran las cuentas, con lo que tomará medidas.
Nissan con los casi 600.000 Qashqai, Juke y Leaf que hace en Sunderland (Inglaterra) tiene dudas sobre si hacer la siguiente generación ya prometida del Qashqai allí.
Y BMW ha dicho que no tendría problema en trasladar producción de Mini de Oxford a la Europa Continental. Claro que en las cocinas de restaurantes con varias estrellas Michelin como Aston Martin, la vida pasa sin pensar en el Brexit: “Nuestro cliente puede pagar ese 10% en que se encarecería el precio final si hay un Brexit duro”, asegura Andy Palmer, su consejero delegado.
Y por otro lado, el cuarto mercado más importante, Italia que en septiembre cedió un 25,4% hasta 167.469 unidades, pierde en el año, un 2,8% hasta 1,49 millones de vehículos. ¿Por qué? También por los políticos. En este caso por las medidas populistas de la coalición de Gobierno formada por la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas. La Unión Europea está enfrentada con Italia porque ha presentado unos presupuestos que triplican el límite de déficit. Más aliño para el guiso de la incertidumbre.
Con todo, las ventas de coches crecieron hasta 11,9 millones en Europa hasta septiembre, un 2,5% más, pero los analistas siguen con dudas: ¿Cuánto crecerá el mercado en el conjunto del año?
Lidera tú. Que no… lidera túVolkswagen. Siempre Volkswagen. A pesar del dieselgate, el consorcio alemán lidera el ranking mundial de venta de automóviles a nivel mundial con 7,18 millones. Segundo marcha Toyota con 6,65 millones, y tercero es la alianza Renault Nissan Mitsubishi con 6,63 millones. Medio millón de coches tiene de ventaja Volkswagen con respecto a sus perseguidores. A priori parece una ventaja cómoda si no fuera porque el grupo germano está pasando por problemas: no tiene homologados todos sus motores ni, por tanto, sus versiones, en el nuevo ciclo de homologación WLTP. El tema no es baladí: ha tenido que parar fábricas, entre ellas la VW Navarra, por falta de motores, lo que ha acarreado pérdida de contratos por retrasos en las entregas. Y de aquí a final de año va a haber más pérdida de días de producción tanto en Landaben como en Seat Martorell. Y eso son unidades que dejas de fabricar. Por supuesto, no es un fenómeno que ocurra sólo en España, en Alemania es donde más han parado las fábricas. Así que Toyota podría intentar el asalto al liderato a final de año. Aunque el tapado debe ser el tercero en discordia. No olviden que Carlos Ghosn, el presidente de la Alianza Renault Nissan Mitsubishi ha prometido 14 millones de vehículos al año para 2022. |