El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS, United States Postal Service, por sus siglas en inglés) no prevé devolver un céntimo de dólar de los 3.000 millones de dólares que le fueron asignados el año pasado por el Congreso para iniciar un proceso de renovación de su flota de vehículos de reparto con criterios ecológicos y que incluirá el cambio de al menos 66.000 vehículos por unidades sin emisiones.
Así lo ha asegurado durante una audiencia en el Congreso el director general de USPS, Louis DeJoy, quien el martes fue explícito ante los potenciales planes del equipo técnico del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que pasarían por suspender los contratos de suministro de flotas eléctricas del servicio postal.
DeJoy ha afirmado, de un modo rotundo, que no devolverá el dinero recibido a menos que así lo indique una normativa legal que lo especifique claramente.
En diciembre de 2022, USPS anunció que adquiriría 106.000 vehículos nuevos para su flota de reparto diario, incluyendo 66.000 vehículos eléctricos de aquí a 2028, lo que a su vez se dividiría en 45.000 vehículos compactos eléctricos y otros 21.000 vehículos comerciales.
En febrero del ejercicio pasado, el Servicio Postal realizó su primer pedido de 9.250 vehículos eléctricos, así como de más de 14.000 estaciones de carga para automóviles de estas características.
Los contratos que el equipo ed Trumpo podría cancelar afectrían de modo significativo y concreto a las compañías Ford, con su modelo Transit y a Oshkosh, que comercializa una furgioneta con forma de pato diseñada ad hoc para el reparto.
USPS ha señalado que la implementación de vehículos eléctricos forma parte de una estrategia a largo plazo que busca «reducir los costes operativos y modernizar la flota».