Si se cumplen todas las previsiones actuales —y, permítannos decir que todo conduce a ello—, el universo de las alquiladoras que opera en España camina hacia un nuevo escenario en el que la sonrisa es el símbolo gestual dominante.
Los pedidos en forma de compras de vehículos por parte de las empresas del sector crecen sin cesar, fundamentados en la agitación turística procedente del exterior del país y por el movimiento interno de los españoles, cuyo miedo a gasta parece haber desaparecido.
La ocupación hostelera marcó en julio pasado sus máximos en varios puntos de la geografía nacional, sobrepasando el promedio del 80%, y en agosto, aunque no existen todavía cifras definitivas, parece que se habrá superado el 90% en múltiples destinos.
Por supuesto, ello se deriva en más alquileres de automóviles.
Lejos queda el ejercicio de 2008, hace casi una década. Ese ejercicio marcó un punto de inflexión para el sector alquilador. Ya a lo largo de la segunda mitad de 2007 se percibió una menor afluencia de turistas procedente del extranjero. Pero en 2008 se produjo el inicio de la tormenta perfecta.
El hundimiento del modelo crediticio global cerró el paso no sólo a sus propias operaciones, sino que a ello se sumó la negativa de todas las marcas de automóviles a recomprar vehículos (las operaciones de buy-back) y, en el centro de todo, el desierto de pedidos externo y local.
En diciembre de 2008, por ejemplo, los pedidos de coches de las rent a car se hundieron casi un 70% en España. Fue una locura.
En concreto, 2009 fue una pesadilla. No se llegaron ni a las 100.000 compras de automóviles en el canal rent a car.
Jamás se había vivido algo así en la historia moderna de España.
La travesía del desierto se mantuvo hasta 2013, incluido, pero a partir de 2014 comenzaron a producirse cambios significativos en la economía española y en su entorno que han llevado al sector del alquiler, de nuevo, a adquirir vehículos y a confiar en las bondades de uno de los principales destinos turísticos del mundo.
De las preocupantes 95.159 compras del año 2009 se pasaron a 156.000 en 2010 y a rozar las 175.000 en 2014, para sumar un punto más de 200.000 automóviles adquiridos por las rent a car en 2015, precisamente el ejercicio que en línea general puede considerarse como el comienzo de todo, y así proporciona el titular a esta información.
Todos los datos financieros que observan en este reportaje se refieren a este año, 2015, el último del que se disponen datos conjuntos de las empresas de rent a car que operan en España. Muchas de ellas, aunque parezca chocante —si bien por ello no deja de ser tristemente habitual—, no han presentado todavía sus resultados de explotación correspondientes a 2016, aunque la Ley de Sociedades obligue a ello en determinados tiempo y forma.
A partir de 2015, hace dos años, el volumen de compras de las rent a car ha discurrido en línea con el buen momento que atraviesa España y las primas ventas de coches.
El ejercicio pasado cerró con máximos de 226.610 unidades, y sólo en los ocho primeros meses actuales se llevan ya 214.128 unidades, lo que indica que se acerca un nuevo hito en el canal alquilador.
Una coyuntura así sólo puede conducir a crecimientos en ingresos y, generalmente, hacia la senda de los beneficios.
Ingresos a gogó
A lo largo del ejercicio pasado, el sector del alquiler de vehículos registró una facturación total de alrededor de 1.510 millones de euros, según estimaciones efectuadas por las propias empresas, que ubica en el 6% el crecimiento de las ventas respecto del ejercicio 2015.
Este aumento, y el volumen de facturación, se concentra año tras año y sistemáticamente en apenas un puñado de grandes compañías, que son las que mueven el negocio real del alquiler de vehículos en España.
En 2015, y de acuerdo con cifras proporcionadas en exclusiva por infoempresa.com a Fleet People, el volumen de ingresos de las 10-12 principales compañías de rent a car generaron el 80% de los ingresos totales, unos 1.200 millones de euros sobre un valor obtenido total de menos de 1.500 millones de euros. Si se desglosa el tipo de actividad que conforma el alquiler de vehículos, se infiere que aproximadamente el 45% del negocio y ventas del sector procede de los turistas extranjeros, en tanto que un 34% se corresponde con los alquileres efectuados por empresas.
También se observa un gran cambio, por ejemplo, en el modelo de negocio hacia activos indirectos que elevan tanto las ventas como el beneficio, y un ejemplo clave de ello es Goldcar, que genera desde hace años un volumen de negocio muy importante en su facturación a través de extras como las sillitas infantiles, el carburante o los opcionales que no figuran en el modelo de contrato básico entre las partes.
La buena senda continuará. La patronal de las empresas de rent a car calcula que los ingresos totales del sector aumentarán entre un 5% y un 10% en este ejercicio, lo que supondría llegar a 1.600 millones de euros de ingresos. Nunca antes se había obtenido esa cifra.
Las perspectivas turísticas y las opciones expresadas por los empresarios del sector alquilador, además, se mueven en esa línea.
La tónica general de los directivos del alquiler de vehículos español es bastante clara: tanto las ventas e ingresos, esto es a fin de cuentas, los alquileres de coches, crecerán, así como los propios resultados de las compañías que gestionan.
En concreto, y de acuerdo con el último informe al respecto elaborado por Exceltur, elaborado a mediados de julio pasado, un 58% de los directivos del sector de rent a car considera que las ventas habrán aumentado en el tercer trimestre del ejercicio, el actual que concluye en septiembre —fundamental para el sector—, por el 25,2% que cree que las ventas se mantendrán y sólo el 16,8% que estima que descenderán.
El empleo es uno de los puntos más importantes, y más aún si los principales directivos apuntan en su práctica totalidad a un aumento claro y metido: el 98,7% de los preguntados por Exceltur así lo atestigua.
Respecto de la traducción de dicha senda comercial en los resultados atribuibles a las compañías, el dato es más significativo aún: ocho de cada 10 ejecutivos del ámbito del alquiler de coches apunta a que el resultado de su empresa aumentará en este trimestre.
Los porcentajes llegan como resultado de la evolución de indicadores tan básicos y claves como el índice de confianza turística empresarial aplicado al rent a car: su encuesta de confianza muestra una cifra del 57,3% de “opiniones positivas”, uno de los porcentajes más elevados de la serie en los últimos años y si se toma como punto de referencia el inicio de la crisis. Hay que tener en cuenta que el punto más bajo fue el último trimestre de 2008, con un resultado negativo del -90%.
Hay que señalar que las previsiones avanzadas por los directivos del sector del alquiler de vehículos circulan en consonancia con el buen estado de animo del sector turístico: cerca del 65% de los empresarios del sector estima que sus resultados serán positivos este año, un dato que incluso mejora el del año pasado, que ya fue bueno.
Buenos ejemplos
Toda esa corriente positiva, y aunque como indicamos anteriormente hay varias compañías que aún no han presentado sus cuentas de 2016 de modo oficial (por lo que no podemos mostrarles una radiografía completa del año pasado), ya ha llevado a obtener buenos datos correspondientes al año pasado a varias empresas.
Sixt, por ejemplo, anunció hace algún tiempo que sus ingresos correspondientes al año anterior se situaron en 117 millones de euros, una cifra que supera en casi un 20% el dato del ejercicio anterior de 2015, y apuntó que sus ratios de crecimiento en el beneficio consolidado incluso fueron superiores, aunque tampoco ha facilitado mucha más información al respecto. La empresa especializada en el alquiler de automóviles de carácter premium que gestiona Estanislao De Mata es, por el momento y a imagen y semejanza de su matriz alemana, la firma de rent a car más rentable del sector.
OK Rent a Car, dirigida por el ejecutivo Othman Ktiri, es otra de las pocas alquiladoras que facilita algunas claves financieras de su evolución económica en España, con carácter anual.
En 2016 registro una facturación global, si bien teniendo en cuenta todas las actividades que genera OK Group, de 200 millones de euros y respecto de los 165 millones del año anterior, de acuerdo con datos proporcionados por la empresa en la pasada edición de Fitur. Los resultados financieros de Ok Rent a Car se sitúan bastante por debajo de esa cifra, como puede verse en el desglosado de infografías que acompañan a este artículo.
Ninguna otra compañía aporta números sobre su evolución, al menos públicamente, lo que aporta más valor si cabe a los datos que periódicamente publica Fleet People de la mano de infoempresa.com.
Algunas de las incertidumbres que pueden rodear al sector en los próximos tiempos recaen en tres derivadas: la primera, la paulatina demonización de todo lo que rodea al sector del automóvil, circunstancia que puede afectar a través de decisiones políticas al universo de las alquiladoras, y especialmente en localizaciones de negocio clave, como puedan ser las Islas Baleares.
En segundo término, la progresiva guerra y reducción de precios en el sector, que continúa estrechando los márgenes cada vez más.
Una tercera variable negativa reside en el terrorismo, que tan duramente ha golpeado a España recientemente y que puede suscitar algunas reticencias.