Como cada semana de inicio de mes, viene a colación el statu quo de las matriculaciones de renting, un entorno en el que cada vez resulta más difícil entender qué es renting y qué no. No sé ustedes, amantes y currelas de las flotas, pero cuando pregunto que cómo va el año, hay bastante incertidumbre entre el personal.
El año ha comenzado flojo, y eso no concuerda, oiga, con ver cómo las teóricas matriculaciones de renting crecen un 15% en mayo, como hemos publicado esta semana. Hay un punto evidente en todo esto, y de entrada. Ya saben que las empresas de rent a car compran coches en España y los matriculan a nombre de renting.
En estos cinco primeros meses del año, se han matriculado casi 50.000 coches de rent a car a nombre de renting, un 84% más que el año pasado. Porque si nos fijamos en las matriculaciones de renting a nombre de empresas, llevamos 98.500 unidades… con un descenso del 3%. Esto ya me cuadra más con lo que me cuenta la calle.
Además, piensen en otro input: Dentro del mercado de renting de empresas se llevan colando, poco a poco y desde hace unos cinco años, esas operaciones de renting que realizan clientes particulares a través de las empresas de renting.

Y no hay manera —hoy— de saber cuántas operaciones son, porque la placa figura a nombre de la empresa de renting en la cinta de la Dirección general de Tráfico, y esta —la empresa de renting— no especifica si el coche lo utiliza una flota de compañía o un particular que está in love con el renting. Por ahí ya empiezan a haber cifras de cierto volumen en el renting que no son de flotas propiamente dichas, sino de clientes privados que tiran del renting, lo que además supone que las matriculaciones de retail, del canal privado, desciendan.
Bueno, que para finiquitar el tema, si no contamos en el renting ni con rent a car (que eso ni es renting ni es nada, sino una patada hacia adelante, un generador ficticio de V.O.) ni con rentinianos particulares, me salen más las cuentas y tiene sentido lo que me cuentan sobre el arranque del ejercicio, aunque en el dato oficial figure un crecimiento del 15% en el acumulado del año.
Lo que sí está influyendo en la coyuntura actual del mercado de renting es la evolución de los tipos de interés —esperemos que el reciente anuncio de bajadas de Europa influya a la baja— y unas renovaciones de flota centradas en muchísimos casos en extensiones de contratos ya vigentes para no hacer frente al potente encarecimiento de las cuotas mensuales por el alza de los precios de los coches después de la pandemia. Aunque de esto, si me lo permiten, ya hablaremos más adelante, que si no monopolizo demasiado con las matriculaciones.
Que eso, que hablando de matriculaciones y flotas varias, Skoda ha cerrado su mayor flota eléctrica con Endesa, casi 200 Enyaq para la energética, que como señalábamos en estas páginas es la IBEX 35 con un mayor pulso ecológico en su política de movilidad. Pero vamos, de largo, ya que hace no mucho, si recuerdan, escribíamos un reportaje en Fleet People sobre la adopción de flotas sostenibles por parte de las empresas del IBEX y el resultado era bastante desértico, oiga.

Por un lado, se entiende que la incertidumbre tecnológica esté frenando a las empresas en la hora de encarar cambios en sus políticas de movilidad, ya que no tienen aún demasiado claro si esto de electrificar la flota les conviene o no. Porque de lo que no hay duda es de que les va a costar mucha más pasta, aunque muchas no quieran verlo o postegarlo año tras año.
Pues hay que alabar posiciones como la de Endesa, que este año terminará con mil enchufables en su flota y cerca de 500 eléctricos. No sé si yo me la habría jugado con tanto coche, pero bueno, lo que no es normal es que unos apuesten a tope y otros ni se muevan. Que en esto del electrificado, ya saben, son el Gobierno, en primer lugar, y las empresas, en segunda posición, los que deben dar ejemplo y mostrar a la sociedad cómo cambiar de comportamiento en esto de la movilidad.
Termino con Tragsa, por aquello de que acabo de mencionar lo público, y como ejemplo de que el vehículo electrificado tiene su espacio en muchos sitios, pero en otros, no. Las principales firmas de renting del país pujan en este momento por una flota de 400 vehículos de esta empresa dependiente de la Administración Pública, y todos son diésel, esa tecnología odiosa y macarrónica que una vez fue tan idolatrada por el consumidor español.

Resulta que, después de años hundiendo este mercado, continúa representando el 40% de las ventas mensuales en renting de empresas, lo que sitúa a esta tecnología como perfectamente válida cuando se utiliza acertadamente. Por ejemplo, la licitación de Tragsa se centra en todoterrenos, furgonetas operativas y pick-ups que cumplen con una función diaria bajo la que el uso del diésel resulta perfecto en términos de eficiencia, consumo y gasto.
¿Nos daremos cuenta algún día de la cantidad de idioteces que hacemos por dejarnos llevar por las modas? ¿Sabremos mantener la equidistancia y no matar sin razón una tecnología sólo porque sí, porque lo dice alguien?
Ahí se lo dejo, pero yo creo que le debemos una disculpa al diésel.










