El presidente de Repsol, Antonio Brufau, considera que no hay que prohibir los vehículos de combustión y ha argumentado que un automóvil moderno de este tipo «emite mucho menos en todo su ciclo de vida que uno eléctrico», al tiempo que ha opinado que la «realidad» es que hay «montañas de carbón» que salen del puerto de La Coruña rumbo a Alemania para producir energía para fabricar vehículos eléctricos.
En su intervención en un diálogo organizado por la Fundación Seres, el directivo de Repsol ha pedido «menos ideología» para afrontar la transición en la industria y ha puesto el ejemplo del vehículo eléctrico, que considera que es una solución «complementaria y no sustitutiva».
Brufau ha opinado que no se puede centrar todo el problema del cambio climático en el vehículo de combustión, sino que hay otros debates más complejos, como el modo en que se genera la electricidad en Europa.
A su juicio, estos debates no llegan al ciudadano. «Al ciudadano le llega que se compre un Tesla, destruyendo toda la capacidad de producción de un vehículo de combustión interna en España», ha subrayado.
En este contexto, ha hecho hincapié en la diferencia con Estados Unidos, que cuenta con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), dotada con 369.000 millones de dólares para incentivar iniciativas industriales verdes y donde, según ha explicado, se subvenciona la compra de vehículos eléctricos si tienen al menos un 40% de componentes procedentes de la industria nacional.
«Esto es pragmatismo, no ideología. Aquí hay mucha ideología y poco pragmatismo», ha sentenciado el presidente de Repsol.