Se puede decir que el Audi A8 ha alcanzado su cenit. Puede decirse, sí. A este tipo de modelos les ocurre como a los clásicos superventas del automóvil: la tarea más difícil del mundo es renovarlos, rediseñarlos. ¿Cómo se mejora un éxito? Esa es la tarea más complicada. Tocar lo que, a simple vista, no hace falta tocar.
Esto es lo que le ocurre al A8 de Audi, un vehículo pensado para la alta clase ejecutiva que continúa manteniendo sus cotas de exclusividad inalteradas por mucho que pasen los años. El nuevo rediseño que acaba de hacer la marca de los cuatro aros de su buque insignia es un fiel ejemplo de ello.
El A8 es ahora mucho más deportivo —acorde con las preferencias actuales— pero, a la vez, destila estilo y buen hacer.
Es una berlina alejada por completo, a nuestro juicio, de ese concepto un poco antiguo que representa al consejero delegado de la empresa reclinado en la parte posterior del vehículo, esperando que le dirijan a cualquier reunión.
El diseño del nuevo A8 es distintivo, sí, pero muy moderno y pegadizo. Este automóvil puede conducirlo cualquier dueño de una start-up pudiente y no pasar por un tycoon de las finanzas tradicional.
Queremos decir que es un vehículo, en definitiva, no pretencioso, en el amplio sentido de la palabra. Tampoco le hace falta aparentar nada. Los cambios estéticos más sensibles del nuevo A8 se centran en la parte delantera, con los faros y la calandra presidiéndolo todo. La sensación de robustez y aplomo es absoluta y la marca ha trabajado para que el conjunto sea más aerodinámico.
Este automóvil mide 5,2 metros de longitud y su anchura es de 1,95 metros.
Cuenta con una carrocería fabricada en un 50% de aluminio y, por encima de todas las cosas, hemos de destacar el interior del habitáculo, un espacio fantástico para conducir, relajarse y disfrutar de la vida.
Pensamiento horizontal de Audi
La orientación del interior está trabajada en formato horizontal y ningún elemento destaca sobre el otro, buscando la sencillez de contenidos que adoran los ejecutivos de más nivel —ya saben, menos, siempre, es más—. Si pueden permitírselo, aunque suponemos que pueden en esta línea de vehículo, escojan el paquete de asientos relax (disponible de la versión larga). Les llevará a otra dimensión en las plazas traseras, con 18 cojines automáticos y reposapiés con calefacción y masaje. Una cosa de locos.
La tapicería, los cerramientos y los elementos de ajuste de este coche son magníficos y discurren en consonancia con las dos pantallas centrales de 10,1 y 8,6 pulgadas, una encima de la otra, que proporcionan toda la información que se pueda necesitar cuando estamos conduciendo.
Asimismo, y como opción, también se pueden elegir dos pantallas adicionales traseras de 10,1 pulgadas, que se colocan en los respaldos de los asientos traseros y que son full HD. El sistema de audio se puede escoger de Bang & Olufsen, con 23 altavoces incorporados.
El nuevo A8 incorpora tres tipos de propulsiones diferentes para el cliente corporativo más exigente: un 3.0 TDI diésel con 286CV de potencia, un 3.0 TFSI de gasolina con 340CV de potencia y un 3.0 TFSI híbrido enchufable con motor de gasolina y un alternativo eléctrico que ofrecen un conjunto de 449CV de potencia, con una autonomía para viajar en modo eléctrico puro de 45 kilómetros.
Al Audi A8 de nueva factura se puede acceder, en su versión de acceso diésel con 286CV de potencia, por una cuota mensual de 1.600 euros mensuales sin incluir el IVA y para un contrato en régimen de full renting durante 48 meses para recorrer 30.000 kilómetros anuales.
https://fleetpeople.es/borja-pena-audi-segunda-mitad-ano/?doing_wp_cron=1643666700.7320859432220458984375