La Alianza Corporativa de Vehículos Eléctricos (CERES, en sus siglas en inglés), una asociación que aglutina a 31 grandes empresas y operadores de flotas que representan casi un billón de euros en facturación anual conjunta y que colectivamente poseen, alquilan y operan más de 2,7 millones de vehículos de flotas o en red en Estados Unidos, ha enviado una misiva a los gobernadores de nueve Estados del país para que aceleren las políticas públicas encaminadas a realizar el cambio hacia la electrificación de cero emisiones en el transporte.
La coalición busca que dichos estados y Estados Unidos adopte cuanto antes las denominadas como Advanced Clean Trucks (ACT) y Advanced Clean Cars II (ACC II), las dos nuevas normativas aprobadas por el Gobierno de Joe Biden que suponen potentes incentivos para renovar las flotas de vehículos hacia un modelo completamente eléctrico.
“Nuestra Alianza representa aglutina una enorme demanda de vehículos de emisiones cero a través de miembros que planean adquirir aproximadamente 330.000 vehículos eléctricos a partir de 2026 y si se da un entorno de mercado favorable”, detalla la misiva, a la que ha accedió Fleet People.
En este sentido, CERES explica que aunque la disponibilidad de vehículos eléctricos “ha mejorado” en Estados Unidos, los principales operadores de flotas de la región aún tienen dificultades para proveer a las empresas de los automóviles eléctricos que necesitan “para cumplir con sus ambiciosos objetivos climáticos y de sostenibilidad en tiempo y forma”.
Las dos normativas ecológicas del Gobierno de EEUU contienen objetivos concretos de electrificación, pero no todos los Estados del país las han asumido aún.
De aplicarse cuanto antes, explica la carta de CERES, “los responsables políticos estatales podrán ayudar a las flotas a acceder al volumen y variedad de modelos eléctricos que necesitan para desbloquear importantes beneficios económicos, sanitarios y climáticos. Y también permitirá a las grandes empresas, incluidas las de nuestra Alianza, planificar de forma más eficaz el despliegue regional y nacional de vehículos limpios”.
830.000 comerciales y 300.000 trucks
Las empresas asociadas a la Alianza Corporativa de Vehículos Eléctricos cuentan ahora mismo en su flota con un volumen de 830.000 comerciales (light duty vehicles, con un peso de hasta 3.800 kilogramos y una capacidad de carga de hasta 1.800 kilos, como por ejemplo muchos pick-up comerciales) y tienen en cartera de compra, esto es, a la espera de adquirir, un total de 270.000 berlinas, SUV y pick-ups completamente eléctricos a partir de 2026.
“Como principales consumidores y operadores de vehículos comerciales en EEUU, los miembros de la Alianza apoyan firmemente y fomentan la adopción por parte de los Estados directrices reguladoras claras que permitan a la industria del automóvil y del transporte por carretera planificar el futuro de forma fiable”, reseña la carta enviada por CERES.
En este sentido, la adopción estas normativas permitirá que las empresas “sean capaces de hacer planes de adquisición de flotas mejor informadas, que a su vez crean un entorno empresarial previsible y de apoyo que fomenta la inversión y estimula el crecimiento del empleo”.
La asociación asegura que los Estados que en su día promulgaron la normativa previa a Advanced Clean Cars II —la ACC— suponen un tercio del mercado automovilístico estadounidense.
“Esto ha tenido un impacto significativo en el mercado, enviando señales claras a las flotas que están considerando la electrificación y proporcionando seguridad regulatoria a los fabricantes”, remarca CERES.
Al respecto, la Alianza explica que sus miembros están asumiendo “importantes compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la salud y el bienestar económico de las comunidades en las que viven y operan”, pero apuntan que “estos compromisos por sí solos no bastarán para alcanzar los objetivos climáticos compartidos”.
Y señalan ello porque no esperan que se produzcan demasiados movimientos —o, al menos, rápidos— en la asunción de las normativas ACT y ACC II por parte de los Estados federales, por lo que urgen hacia una “imprescindible actuación estatal rápida y ambiciosa”.
Además de los 830.000 comerciales de tamaño ‘medio’ apuntados por CERES, la asociación detalla que representan a otros 300.000 camiones pesados que operan en EEUU y a los futuros 60.000 que adquirirían sus empresas asociadas a partir de 2026 si las condiciones son buenas, previsiones que actualmente no pueden cumplirse debido a las dificultades que suponen comprar vehículos con estas características eléctricos en términos no solo de volumen, sino fundamentalmente de precio.
“En la actualidad, el precio de compra inicial de un camión de emisiones cero es aproximadamente dos o tres veces mayor que el precio de compra inicial de un modelo diésel comparable”, asegura CERES.