Este sábado, 1 de enero de 2022, entra en vigor el nuevo impuesto de matriculación vinculado al ciclo de homologación WLTP, que supondrá un incremento del precio medio de los vehículos de hasta 1.000 euros, por su mayor exigencia en materia de emisiones y que motivará la pérdida de hasta 100.000 unidades matriculadas.
Estos son los cálculos que maneja la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), cuyo presidente, Gerardo Pérez, en un encuentro con prensa, indicó que esta subida impositiva «desmovilizará» ventas, como ya ocurrió en el primer semestre de 2021, antes de que quedara «congelado» el impuesto, y afirmó que se podrían perder entre 70.000 y 100.000 matriculaciones adicionales.
El 1 de enero del año pasado entró en vigor la nueva normativa europea de emisiones WLTP, aprobada en 2018, que modificaba los parámetros de medición de gases de los vehículos haciéndolos más estrictos.
En sustitución de la normativa NEDC (Nuevo Ciclo de Conducción Europeo), la WLTP llegó con el objetivo de lograr que los consumos y las emisiones homologados por los vehículos estén más ajustados a la realidad y sean más cercanos a los que los coches verdaderamente emiten cuando circulan por la carretera. Por ello, la mayoría de los modelos incrementó el número de gramos de dióxido de carbono (CO2) que homologa.
Esta nueva legislación comunitaria supuso un incremento del precio de los vehículos en España, debido a que el impuesto de matriculación está ligado directamente a las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles.
Con el ciclo NEDC, la mayoría de los coches vendidos en el mercado nacional no pagaban esta tasa, ya que emitían menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, tras el endurecimiento de la normativa de emisiones muchos automóviles saltaron de tramo y pasaron a pagar un 4,75% de impuesto de matriculación, emisiones entre 121 y 159 gramos/kilómetro.
Lo mismo sucedió en el resto de escalones de dicho impuesto. Los coches que emitiesen entre 160 y 200 gramos de CO2 debían abonar un 9,75% en este concepto, mientras que los que superaban esta cifra, un 14,75%.
Sin embargo, a raíz de la crisis de la Covid-19 y para ayudar al sector, el pasado 30 de junio, el Congreso de los Diputados aprobó la congelación del impuesto de matriculación. A través de una enmienda del PDeCAT, se decidió eliminar la subida del impuesto. Todo esto con los votos a favor del PP, Vox, Esquerra Republicana, Ciudadanos, PRC y el propio PDeCAT, mientras que PSOE y Unidas Podemos votaron en contra y el PNV se abstuvo.
Por ello, hasta el 31 de diciembre de 2021, los modelos que emiten menos de 144 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido no pagan el impuesto de matriculación. Anteriormente, estaban exentos de abonar esta tasa los coches que emiten menos de 120 g/km.
Los vehículos que emiten entre 144 y 192 gramos de CO2 pagan un 4,75% de este impuesto (120-160 gramos anteriormente), mientras que un 9,75% lo abonan aquellos clientes con automóviles que emiten entre 192 y 240 gramos de CO2 (previamente, en los 160-200 gramos).
El último tramo, aquellos vehículos que expulsan más de 240 gramos, deben abonar el 14,75%, mientras que antes pagaban este porcentaje los que emiten más de 200 gramos de CO2 por kilómetro.
Así, la «descongelación» de esta tasa impositiva afectará a alrededor del 40% de los nuevos vehículos matriculados, según las estimaciones de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam) a las que ha tenido acceso Europa Press.
La crisis de los microchips y los paros en las cadenas de suministro suponen que el tiempo medio de entrega de un vehículo en España sea de entre seis y ocho meses, lo que implica que aquellas personas que hayan adquirido un vehículo en 2021 verán como este se matricula en 2022, bajo la nueva tasa.
En 2020, los vehículos nuevos tuvieron un precio medio, incluido el impuesto de matriculación, de 19.341 euros, lo que supone una subida del 7%. Hasta noviembre de 2021, esa cifra se situó en 20.380 euros, un 6,36% más que hasta el mismo mes de 2020.
Asimismo, las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos nuevos matriculados en España en 2020 fueron de 113 gramos, frente a los 121 gramos de un año antes, debido al empuje de los modelos con menores emisiones por la llegada del WLTP.
A cierre de noviembre, los modelos matriculados en España emitían 126 gramos de CO2 de media, un 10,5% más.
En el año 2020, las comunidades autónomas recaudaron en concepto de impuesto de matriculación un 39,4% menos, hasta 372,99 millones de euros en comparación con los 616,13 millones de euros contabilizados en 2019.
Sin embargo, en este año hasta el mes de noviembre, las administraciones públicas ingresaron 436,94 millones de euros en concepto de este impuesto, un 31,63% más que los 331,93 millones de euros ingresados por esta tasa entre enero y noviembre del ejercicio anterior.
Este incremento viene dado, en la comparativa con el mismo periodo del año pasado, por la paralización del mercado automovilístico a causa de las restricciones por la pandemia de la Covid-19.
Así, se espera que la recaudación del impuesto de matriculación en el año 2021, a pesar de la congelación del mismo, sea mayor que en el año anterior.