La marca automovilística alemana Audi cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 3.943 millones de euros, lo que supone un incremento del 13,9% en comparación con las ganancias de 3.463 millones de euros contabilizadas el año anterior, según datos publicados este jueves por la compañía.
En el marco de la presentación de los resultados anuales de la compañía, el consejero delegado de Audi, Bram Schot, anunció que hasta finales de esta semana la compañía paralizará la actividad productiva en sus plantas de Ingolstadt y Neckarsulm (Alemania), así como en Bélgica, México y Hungría por el brote del Covid-19.
Por su parte, el director financiero de la firma de los cuatro aros, Arno Antlitz, aseguró que la situación económica global ha cambiado de forma significativa en el contexto del brote de coronavirus, con un «impacto masivo» en la cadena de suministro y en la fabricación de vehículos.
«Los efectos del brote de coronavirus en la economía y en nuestro negocio son inciertos. Esto hace casi imposible presentar en este momento una previsión fiable para 2020», aseguró el directivo de la empresa automovilística.
Asimismo, apuntó que Audi hará «su parte» a la hora de minimizar el impacto del virus en las personas y en sus plantas de todo el mundo, ya que tiene el foco puesto tanto en sus trabajadores como en sus familias.
«Continuaremos tomando todas las medidas necesarias para ello. Además, es nuestra obligación proteger la liquidez y la estabilidad de nuestra compañía y, a pesar de todas las restricciones, estabilizar los procesos estratégicos, como por ejemplo el desarrollo técnico y otras áreas de la empresa», añadió el directivo.
Ingresos de más de 55.000 millones de euros
En cuanto a la evolución de la compañía en 2019, las ganancias netas del año pasado se comparan con las registradas en 2018, que recogían un cargo extraordinario por importe de 1.176 millones de euros derivado del caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de algunos vehículos diésel, que en 2016 y 2017 fue de 1.632 y 387 millones, respectivamente.
La marca con sede en Ingolstadt registró unos ingresos de 55.580 millones de euros, un 6% menos en comparación con la cifra de negocio de 59.248 millones de euros del año previo, mientras que su beneficio operativo mejoró un 27,8%, hasta 4.509 millones de euros.
Al cierre del ejercicio pasado, la compañía automovilística matriculó 1,85 millones de automóviles (Audi y Lamborghini), lo que representa una disminución del 10,9%. Las entregas de motocicletas Ducati aumentaron un leve 0,3%, hasta 53.183 unidades.
El beneficio operativo de Audi sube un 20%
Audi finalizó el ejercicio 2019 con un beneficio bruto de 5.223 millones de euros, un 19,8% más, al tiempo que su plantilla mundial se situó en 90.783 efectivos, un 0,8% de reducción en la comparativa interanual.
En relación con los resultados anuales, el consejero delegado de la empresa señaló que pueden sentirse satisfechos, ya que Audi logró, en un entorno muy complicado, reducir sus inventarios por el cambio del protocolo de medición al WLTP y lanzó una nueva generación de modelos al mercado.
La firma está implementando el Audi Transformation Plan (ATP), que contribuyó con 2.500 millones de euros a sus resultados, gracias a una mayor disciplina en las inversiones y la reducción de costes que está llevando a cabo.
Este año, la corporación alemana tiene previsto lanzar 20 modelos al mercado y continuar con su estrategia de electrificación de la gama. Así, para finales de 2020 la marca habrá introducido cinco modelos 100% eléctricos y aumentará hasta doce vehículos su oferta de híbridos enchufables.