Pipa & Co., Perrachica, Habanera… ¿Le suenan estos nombres? Si ha salido por Madrid en los últimos cuatro años, seguro que sabe de qué les hablamos.
Observe a los dos jóvenes que están en la página de al lado. Se llaman Fernando Nicolás (derecha) y Carlos Saiz, son administradores y socios fundadores de Grupo Larrumba, y los responsables de que existan ocho restaurantes esféricamente apetecibles para salir por Madrid.
También son los responsables de que haya que esperar para cenar… Más de un mes y medio si quiere reservar en fin de semana en Perrachica, un restaurante que ostenta el título de “local de moda” desde su apertura, hace poco más de un año.
Hemos quedado con ellos en el primer local que abrieron, Pipa&Co, para que nos cuenten cómo empezó todo. “Teníamos varios bares y discotecas por la zona cuando se quedó libre éste. No sabíamos bien qué queríamos hacer; pero la terraza nos gustó. Así que lo cogimos”, explica Nicolás.
Ninguno de los dos había trabajado nunca en hostelería, así que buscaron un tercer socio que supiera de hostelería. Cuando abrieron, en enero de 2013, no tenían muy claro qué tipo de oferta dar, pero las cosas empezaron a tomar forma cuando llegó la primavera y la terraza empezó a llenarse día sí, y noche también.
“Habíamos desarrollado una carta más atractiva y el equipo humano se había consolidado. Aprendimos lo importante que es tener buenos profesionales en un trabajo tan estresante como este. Algo que ha marcado la filosofía de nuestro negocio”, admite Saiz. De Pipa&Co dieron el salto a Marieta, “Un local de casi 500 metros cuadrados en una zona estratégica de Madrid en el que teníamos una infraestructura que nos permitía hacer una cocina más variada. Nos arriesgamos. Carlos dejó el banco; yo dejé otros negocios y empezamos a competir”, añade Nicolás.
Después de ello llegaron Juanita Cruz, Frida y Dray Martina, en Chamartín, Chueca y Alonso Martínez y más tarde Perrachica, un local de mil metros con una atractiva oferta gastronómica y una decoración que deja sin aliento.
Cada uno de los locales está adaptado al lugar en que se sitúa y la decoración, la carta y el precio se ajustan a un público que siempre es exigente.
“Terminaremos 2017con 22 locales. Todos en Madrid, y uno en La Habana (Cuba).
A la vista está que Grupo Larrumba apuesta por la centralización de la hostelería, un concepto relativamente nuevo en nuestro país. Aunque en muchas partes de Europa y Estados Unidos este sector lleva tiempo organizándose en torno a grupos, en España, hasta ahora, la restauración es más un negocio familiar que empresarial.
Tres socios hacen latir el corazón de Grupo Larrumba: Chiqui Calleja es el tercero en concordia, que no en discordia: “Aunque sólo somos tres socios ejecutivos y fundadores, Grupo Larrumba, en total, está gestionado por una docena de socios. Todos tenemos una participación bastante activa en el negocio, ya que creemos que cuantas más opiniones tengamos, más certero será nuestro criterio”, explica Saiz.
Otra de las estrellas del grupo es Jorge Lozano, dueño de Proyecto Singular, Equipo Creativo y de interiorismo, al que debemos estos espacios coloniales eclécticos y llenos de luz que componen los restaurantes de Larrumba, en los que uno se siente como en casa (si no en la que tiene, sí en la que le gustaría tener).
Dado que la decoración es un punto importante de su éxito, mantenerla impecable resulta fundamental.
“Nuestro gran reto es transmitir a todo el equipo que trabaja con nosotros la importancia de cuidar los detalles, tanto en el servicio como en el mantenimiento de los espacios. Es fundamental que así sea. Si las cosas se van dejando, al final, se nota”, sostiene Carlos Saiz.
El resultado de todo este trabajo conjunto son restaurantes en los que el cliente puede disfrutar de una buena oferta de comida, en un espacio espectacular, y con un tique medio de 30 euros que sube en Habanera con precios son más altos, porque la calidad también es más elevada).
Está claro: Grupo Larrumba quiere democratizar la cocina. Una idea excelente que gana comensales cada día.