Una de las principales ‘obsesiones’ de la empresa de leasing y renting Arval es mantenerse constantemente pegada a la coyuntura de las empresas, a su incesante evolución en un entorno muy cambiante en los últimos años.
La principal herramienta de la compañía en este apartado es el Observatorio del Vehículo Corporativo (CVO), a cuyo frente se sitúa el directivo de Arval Manuel Orejas. Se trata de un exhaustivo análisis anual del universo del coche de empresa que, en forma de documento, se ramifica en varias propuestas con formato diferente a lo largo del año cuyo objetivo fundamental es promover el vehículo corporativo.
El último encuentro de estas características, celebrado el pasado abril en Madrid, ha sido uno de los más sonados tanto por su temática como por su trascendencia.
La jornada transcurrió alrededor de la fiscalidad que grava al sector de automoción, con sesiones a cargo del economista Juan Ramón Rallo, por ejemplo, o de los principales presidentes de las asociaciones de automoción de España, con intervinientes como Mario Armero, vicepresidente de Anfac (la patronal del motor), Agustín García, presidente de la Asociación Española de Renting y Blas Vives, secretario general de Faconauto, la patronal de los concesionarios de automóviles.
Con la idea fundamental de, si no recibir un mejor trato fiscal que el actual, al menos no obtener más presión con los nuevos Presupuestos Generales del Estado, la sesión dejó paso a un interesante debate centrado en la fiscalidad actual que rodea al universo del vehículo de empresa.
Diferentes posturas
Mariano Tristán, European Fleet Manager de la farmacéutica Eli Lilly —3.000 vehículos de flota—, se mostraba crítico con las peticiones de una fiscalidad favorable en la mesa redonda moderada por Fleet People.
“No olvidemos que el sector del automóvil ha sido superfavorecido, y que en el periodo de crisis la gente metía dos coches en la hipoteca. Ahí nadie dice qué bien se trató a la industria del automóvil. Quiero decir con ello que Cristóbal Montoro va a cuadrar su Presupuesto y el automóvil es una de esas fuentes de ingresos”.
—— El año pasado se vendieron en España 130.848 automóviles a nombre de empresa, un 21,5% más que en 2015, más 148.403 en régimen de renting, con un crecimiento del 22,9% respecto del ejercicio anterior.
Fernando Latorre, director financiero de la empresa de logística Agility, sí que mostró en el debate una idea proclive a mejorar los incentivos en el ámbito corporativo: “Echamos de menos que, en relación con los incentivos de bajas emisiones, los haya sobre IRPF pero para que se haga más atractiva la remuneración flexible en la hora de elegir vehículos eléctricos, en lugar de elegir el clásico SUV o coche, tradicionalmente más contaminantes”, explicaba.
De su lado, Carlos Botín, director financiero corporativo de Pascual —gestiona 600 vehículos—, apuntaba al respecto que “echamos en falta no una mejor fiscalidad, que puede ser, sino que ésta se mantenga a lo largo del tiempo.Hace falta más seguridad y estabilidad en las propuestas”, remarcaba.
La posición de Botín estaba fundamentada, además, en la experiencia de hace años de grupo Pascual, que renovó casi toda una flota de vehículos con Toyota Prius híbridos: “Tuvimos la mayor flota europea de híbridos, pero nos cogió la crisis y las ayudas prometidas desaparecieron”, apuntó el ejecutivo.