El presidente de turno de la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) y consejero delegado de la marca de vehículos Renault, Luca De Meo, aboga por que se produzca una armonización europea en lo tocante a la legislación relacionada con la movilidad en los entornos urbanos, y especialmente en los centros neurálgicos de las urbes continentales.
Así lo ha manifestado el ejecutivo durante su intervención en el IV Foro Anfac organizado por la patronal del sector de automoción español y celebrado en Madrid.
“Necesitamos que muchos elementos entren en juego para que Europa sea competitiva en el ámbito del automóvil y lo principal es que juguemos a un deporte, un deporte en equipo, en el que jueguen todos los países europeos”, ha afirmado el diretivo.
En este sentido, Luca De Meo ha desarrollado una serie de medidas para tal fin, entre las que ha destacado “la armonización de las políticas de movilidad en toda Europa”.
“¿Nos dirigimos hacia una posición de fragmentación de los mercados urbanos de la Unión Europea, cada uno con sus propias reglas de juego?”, se ha preguntado el presidente de ACEA y CEO de Renault en su alocución pública.
Hay que recordar que en la actualidad, y únicamente tomando como ejemplo España, cada municipio con más de 50.000 habitantes puede adoptar un modelo propio, único y no equidistante con el de cualquier otra región española en cuanto a la normativa relacionada con las zonas de bajas emisiones (ZBE), bajo una directriz legal genérica común.
Jugando al deporte del motor en equipo
De Meo se ha referido al ámbito de la movilidad urbana como ejemplo de trabajo potencial en equipo, si bien esta idea ha recorrido todo su discurso en relación con cómo debe afrontar Europa su futuro automovilístico.
“Durante más de un siglo, en Europa bastaba con saber jugar a un deporte, el del motor de combustión, pero hoy hace falta ser muy buenos en muchos apartados como la economía circular, la digitalización, la electrificación… Y para cada uno de estos nuevos deportes hay que cubrir una nueva cadena de valor. Tenemos que ser capaces de andar sobre esa delgada línea y las consecuencias son claras”, ha explicado el consejero delegado de Renault.
El ejecutivo ha lamentado al respecto que las normativas europeas “dicen que se emita menos dióxido de carbono por parte de los coches, que sean más seguros y que sean asequibles, pero si contamos con todo ello hay múltiples paradojas importantes, Por ejemplo, destinar más recursos a la seguridad provoca que los coches sean más pesados y por lo tanto, menos eficientes”, ha apuntado.
De Meo ha explicado que el coche europeo medio es hoy un 60% más pesado, un 50% más caro y el número de empleos en la automoción ha descendido un 40% en los últimos ejercicios.
Eso se traduce, según ha asegurado, “en que al final la gente hace que le duren sus coches más y no los compra nuevos, y esta es la razón por la que la edad media de los automóviles ha pasado de siete a 12 años en Europa”.
Europa baila el chachachá y el resto del mundo no anda con chiquitas
Una de las claves en las que más ha insistido de Meo es en la importancia de que Europa unifique sus posturas en el terreno del automóvil para hacer frente a la amenaza y factor competitivo de regiones como China y estados Unidos.
“Mientras Europa baila el chachachá, el resto del mundo no anda con chiquitas”, ha afirmado sin ambages el directivo, que ha señalado que “hay un nuevo orden mundial en el sector de fabricantes y el primer reto de Europa es controlar la cadena de valor, aunque ahora su posición es más indefensa frente a los chinos por la extracción y control de las baterías de los eléctricos. Europa no controlará más del 5% de toda esta cadena de aquí a 2030, y este es un aspecto que debe estar en la agenda de Unión Europea”, ha significado el ejecutivo.
De Meo ha pedido también una simplificación en las normativas relacionadas con tecnología en Europa, ya que “tenemos entre ocho y nueve normativas que cumplir cada año hasta 2030 y para eso necesitamos destinar el 25% de nuestro presupuesto anual en I+D para su cumplimiento”.
Al respecto, Luca De Meo ha propuesto que Europa se dote de una política industrial conjunta “con objetivos claros y una planificación holística para saber que estamos en la onda en todo momento”, para lo que ha pedido “normativas y ventanillas únicas” para que el sector “no vea que el vagón se mueve tanto a la derecha como a la izquierda al mismo tiempo”.