Los conductores que pasan la ITV de forma periódica pueden ahorrar hasta 6.000 euros en costes de reparación de sus vehículos, como han destacado desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV).
Pasar la Inspección Técnica de Vehículo (ITV) «no solo es una obligación para poder circular, sino que también es una acción de carácter preventivo», pues permite detectar una avería o un incorrecto funcionamiento de algún sistema que, de no ser solventado, «puede conllevar un problema de mayores dimensiones», señala AECA-ITV.
Por ejemplo, la localización temprana de una fuga de aceite puede solucionarse con una pequeña intervención, sin embargo, de no ponerle remedio podría conllevar una «costosa reparación».
Así, mientras que sustituir una junta puede costar de media entre 1 y 100 euros, cambiar el turbo-compresor, uno de los primeros elementos afectados por el déficit de lubricación, asciende a los 1.309 euros. Además, si la avería persiste y se necesita sustituir el motor, la fractura ascendería hasta los 6.383 euros.
En cuanto al sistema de frenado, la detección de unas fuerzas de frenado en el tren delantero por debajo del rango establecido o el hallazgo mediante la inspección visual de un desgaste anómalo o una fijación incorrecta de las pastillas pude requerir, únicamente, la sustitución de las mismas.
Esto supondría un ahorro de 256 euros para el conductor, pues mientras que cambiar únicamente las pastillas de freno cuesta unos 130 euros, si el desgaste de estas ha provocado que se deban remplazar, además, los discos, el coste total ascendería a los 386 euros.
Ante estos datos, que AECA-ITV obtiene de la Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción (CONEPA), su director gerente, Guillermo Magaz, ha incidido en que las cifras muestran como la ITV «no sólo salva vidas, sino que permite ahorrar en costes a los conductores».