La organización Transport & Environment (T&E) ha criticado que los próximos objetivos de la Unión Europea para los fabricantes de automóviles, de cara al ejercicio 2025, son «tan débiles» que se cumplirán dos años antes de lo estipulado.
Desde la organización han indicado que si no se fijan objetivos más ambiciosos para los fabricantes a partir de 2025, incluyendo un objetivo intermedio en 2027 y una reducción del 80% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los coches en 2030 en comparación con la actualidad, será «muy difícil» que los Estados miembros alcancen sus objetivos climáticos propuestos para 2030.
La organización ha denunciado, en un comunicado, que se lleva culpando a los consumidores desde hace años de la lentitud del crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos, aunque ha indicado que existen otros factores.
Tras la publicación de las cifras de ventas de eléctricos en Europa por parte de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), la organización ha señalado que si los fabricantes traen modelos eléctricos, la demanda aumenta, haciendo referencia a las más de un millón de unidades vendidas en 2021.
«Sin embargo, la normativa quita presión a los fabricantes este año, por lo que es posible que veamos una reactivación de las ventas de coches de combustibles fósiles. Las normas de dióxido de carbono (CO2) deben ser más ambiciosas y más regulares para evitar que las ventas de eléctricos queden relegadas al carril lento», ha reivindicado la directora senior de vehículos de T&E, Julia Poliscanova.
«La segunda oleada de normativas sobre el automóvil que se está diseñando ahora debería obligar a la industria automovilística a producir en masa y vender más modelos de cero emisiones y más baratos, mientras que la nueva ley de infraestructuras de la UE debería garantizar un despliegue más rápido y mejor de la recarga para seguir el ritmo», ha explicado Poliscanova.