El bufete de abogados Harcus Sinclair ha oficializado la primera demanda colectiva en contra de las marcas del grupo Volkswagen Seat, Audi, Skoda y Volkswagen por el dieselgate, en la que es la primera acción legal de este tipo que se produce en Reino Unido desde que surgiera el escándalo de las emisiones el año pasado a escala global, según informa Fleet News.
“Hemos allanado el camino para que los consumidores que confiaban en Volkswagen, Audi, Seat y Skoda y fueron decepcionados busquen una redirección en los tribunales”, ha afirmado Damon Parker, Jefe de Litigios de Marcus Sinclair.
Parker indicó, según explica Fleet News, que “es un derecho que los propietarios de vehículos en Reino Unido afectados por el escándalo tenga la oportunidad de ser compensados” y añadió que el bufete dispone de fondos para que los consumidores que se adhieran a la class action lo hagan sin coste.
El contenido de la reclamación concreta será escuchada por el Alto Tribunal de Londres el próximo 30 de enero, especificó la web británica especializada en flotas.
De entre los vehículos afectados por la demanda colectiva están determinados modelos de las marcas Volkswagen, Seat, Audi y Skoda con motores diésel 1.2, 1.6 y 2.0 fabricados entre 2009 y 2015. El bufete de abogados calcula que el valor de las compensaciones por cada automóvil se situará en “varios miles de libras por unidad”.
En España, algunos bufetes de abogados y asociaciones iniciaron el ejercicio pasado procesos de llamamiento a los usuarios de vehículos del grupo Volkswagen potencialmente afectados por el escándalo de las emisiones para efectuar reclamaciones conjuntas. Legalistas dice representar a más de 15.000 afectados y la asociación Facua afirma que cuenta con 6.000.
Por el momento, y en 2016 y según publicó el diario El País, los jueces han dictaminado en nueve sentencias a favor del grupo Volkswagen sobre el dieselgate, desestimando las indemnizaciones solicitadas, y en una parcialmente a favor del comprador. En las favorables, uno de los argumentos reside en que la marca ha ofrecido una solución técnica para actualizar el software sin coste para el cliente.
El dieselgate, según el que Volkswagen admitió en septiembre de 2015 que manipuló el software de algunos de sus modelos diésel de Audi, Seat, VW y Skoda durante siete años para no declarar las emisiones reales de óxidos de nitrógeno, ha afectado a unos 700.000 coches en España y a 11 millones en el mundo.