El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha dado un paso al frente para reducir las emisiones de las flotas corporativas de Brasil tras anunciar un plan de incentivos públicos destinados a al fomento de energías limpias en la automoción del país.
En concreto, Brasil ha aprobado un paquete de incentivos, en forma de ayudas directas y préstamos especiales, por valor de 19.000 millones de reales —unos 3.512 millones de euros al cambio actual—.
De esta cifra, un total de 647 millones de euros serán consignados a lo largo de este ejercicio, 703 millones de euros el próximo ejercicio, 721 millones en 2026, 740 millones de euros en 2027 y 760 millones en el año siguiente, en 2028.
Brasil prevé destinar para proyectos de descarbonización en el ámbito del transporte y la movilidad cerca de 25.000 millones de euros de aquí a 2028, según ha anunciado el ministro de Industria y Comercial del país, Geraldo Alckmin, una cantidad en la que estará involucrada toda la cadena de valor de la industria del automóvil local.
Durante el ejercicio pasado, el mercado brasileño del automóvil sumó a su flota local un total de 93.297 vehículos electrificados, prácticamente el doble que la registrada en 2022.
De esa cantidad, más de la mitad se correspondió con entregas de automóviles híbridos enchufables, y un 40% del total del mercado se adquirió en el último trimestre del año, tras el anuncio de nuevas imposiciones fiscales para las importaciones de elementos eléctricos.